La pureza de la gastronomía japonesa llega a Bogotá con Otafuku, la nueva experiencia de lujo del Grupo Seratta, que acaba de abrir sus puertas en su complejo gastronómico del cuarto piso del CC Atlantis.

En las barras tradicionales de Japón, los itamaes preparan la comida y la sirven directamente a cada comensal. Ese mismo formato es el que maneja Otafuku, que significa Diosa de la Felicidad. Aquí, ocho personas se sientan en una misma barra y, de acuerdo con el estilo Omakase, se ponen en manos del itamae para que las sorprenda con sabores umami. El menú consta de 14 pasos. Los platos están compuestos en un 90% por pescados y mariscos frescos, de temporada.

“He sido un amante de la cocina japonesa y cuando pienso en ella se me vienen a la mente el minimalismo y los sabores umami. De ahí nació la idea de Otafuku. En esta barra, que ofrece un menú omakase tradicional japonés, el comensal tiene una conexión directa con el itamae y con el producto. Mi deseo es que cada vez que una persona se lleve cualquiera de las preparaciones de este restaurante a la boca, suspire. Están pensadas para jugar con el paladar. En Otafuku las materias primas son de primera calidad para potenciar los sabores y texturas de un producto sin igual”, dice Jairo Palacios Ospina, fundador, CEO y chef creativo del Grupo Seratta.

La propuesta gastronómica de Otafuku incluye técnicas de curado, edo y aburi, que trasladan a los comensales al corazón culinario de Tokio. ”Así, por ejemplo, en el menú hay nigiris y también, preparaciones que requieren 36 horas de cocción como el hand roll de papada de cerdo. Adicionalmente, ofrecemos un upgrade de carne Wagyú A5, una de las mejores carnes del mundo por su terneza, sabor y jugosidad. A quienes adquieran este paso les entregamos un certificado de procedencia de la res”, explica Carlos Cardona, chef Ultra fine dinning restaurants.

Precisamente, Palacios Ospina, Carlos Cardona en conjunto con el Itamae Corporativo, Christian Cardona y el chef de Otafuku, Hernán Iriarte, todos del Grupo Seratta, elaboraron esta propuesta para el deleite de locales y extranjeros, pues en Otafuku los actos de comer y beber, durante dos horas, se convierten en una experiencia memorable, en medio de un juego de maderas pulidas y luces muy cálidas, que hacen el lugar aún más especial.

Aunque el menú no es maridado, los comensales pueden encontrar una oferta de coctelería minimalista, que recrea la de los bares del país nipón. Todos tienen nombres de poemas japoneses clásicos o Haiku.  “Los destilados están macerados en diferentes botánicos, que le aportan un sabor único a cada bebida. ¿Qué tal un vodka macerado con berenjena tailandesa? La oferta en barra incluye, además, sakes que se sirven fríos o calientes, según lo prefiera el comensal”, dice Laura Vargas, bartender de Otafuku.

En cada bocado de este restaurante los comensales pueden evidenciar el respeto por la tradición, la frescura de los ingredientes y el equilibrio en los sabores en una experiencia personalizada, que se enfoca en un menú de alta gastronomía.

Con Otafuku ya son ocho los restaurantes que completa el Grupo Seratta en su complejo del CC Atlantis, recién inaugurado.

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