Una prueba de ondas cerebrales de 3 minutos detecta Alzheimer años antes de que aparezcan los síntomas clínicos. 

La promesa es tan simple como revolucionaria: escuchar al cerebro antes de que la memoria empiece a borrarse.

El estudio, publicado en la revista Brain Communications por investigadores de la Universidad de Bath y la Universidad de Bristol, detalla cómo el test Fastball EEG permite identificar deterioro cognitivo leve relacionado con la enfermedad de Alzheimer, incluso cuando los pacientes todavía llevan una vida aparentemente normal.

¿Cómo funciona el test Fastball EEG?

El examen es sorprendentemente sencillo:

  • El paciente observa una sucesión rápida de imágenes en una pantalla.
  • Cada cinco estímulos, aparece una imagen repetida.
  • Un electroencefalograma (EEG) registra las respuestas cerebrales, sin que el paciente tenga que hacer nada.

Lo interesante es que el cerebro reacciona de forma automática a las imágenes repetidas. En personas con memoria sana, la respuesta neuronal es clara y repetible. En quienes presentan deterioro cognitivo leve, esa reacción es más débil o inconsistente.

El proceso completo dura tres minutos y no requiere instrucciones verbales ni participación. Esto lo convierte en una herramienta más inclusiva que las pruebas tradicionales de memoria, donde el idioma, la educación o la ansiedad pueden sesgar los resultados.

 ¿Por qué este hallazgo es tan relevante?

El Alzheimer afecta actualmente a más de 55 millones de personas en el mundo, y cada año se suman casi 10 millones de nuevos diagnósticos según la OMS. Sin embargo, la mayoría de los casos se detecta demasiado tarde, cuando el daño neuronal ya es irreversible.

El Fastball EEG cambia las reglas del juego porque:

  • Permite una detección temprana, años antes de que los síntomas de pérdida de memoria sean clínicamente evidentes.
  • Es una técnica rápida y económica, en comparación con pruebas como la resonancia magnética o la punción lumbar.
  • Puede aplicarse en consultorios médicos o incluso en casa, ampliando el acceso al diagnóstico.

Los investigadores destacan que esta prueba podría revolucionar la prevención, permitiendo iniciar terapias modificadoras de la enfermedad —como donanemab o lecanemab— en etapas más tempranas, cuando aún hay neuronas que proteger.

Alzheimer: la importancia de adelantarse a los síntomas

El Alzheimer comienza su curso décadas antes de los primeros olvidos. En el cerebro se acumulan placas de beta-amiloide y ovillos de proteína tau que alteran la comunicación neuronal. Cuando aparecen los síntomas, hasta un 60 % de las células en áreas clave de la memoria ya están dañadas.

Por eso, la detección temprana es crucial:

  • Intervención farmacológica anticipada. Fármacos como lecanemab han mostrado eficacia en fases iniciales, pero pierden impacto en etapas avanzadas.
  • Prevención personalizada. Quienes muestran señales tempranas podrían beneficiarse de cambios en dieta, ejercicio y estimulación cognitiva.
  • Alivio familiar. Un diagnóstico temprano permite planificar cuidados y reducir el impacto emocional del diagnóstico tardío.

Evidencia científica detrás del Fastball EEG

El estudio incluyó a más de 1,000 participantes de distintas edades y niveles de riesgo. Los resultados mostraron que el test podía diferenciar entre:

  • Personas sanas.
  • Individuos con deterioro cognitivo leve tipo amnésico.
  • Pacientes con diagnóstico confirmado de Alzheimer.
  • La precisión fue superior al 80 % en la identificación de casos tempranos.

El profesor Ali Mazaheri, uno de los autores principales, señaló: “Esta prueba no pretende reemplazar a las técnicas de imagen o biomarcadores, pero puede servir como un filtro rápido y masivo para identificar a quienes necesitan estudios más profundos”.

¿Podría aplicarse desde casa?

La gran innovación es que el Fastball EEG es pasivo y portátil. Los investigadores ya trabajan en versiones que podrían usarse en hogares mediante dispositivos EEG de bajo costo, similares a diademas de realidad virtual.

Esto abriría la puerta a:

  • Chequeos preventivos periódicos.
  • Monitoreo de la evolución de pacientes en riesgo.
  • Evaluación rápida en contextos rurales o con baja cobertura médica.

No obstante, la comunidad científica advierte que aún falta validar la prueba en poblaciones más diversas y establecer protocolos estandarizados para evitar falsos positivos o diagnósticos erróneos.

¿Estará disponible pronto?

Los ensayos clínicos ampliados siguen en curso. Se espera que llegue primero a clínicas de memoria en Reino Unido y luego a otros países.

El Alzheimer no empieza con un olvido; empieza mucho antes, en silencios invisibles del cerebro. La prueba Fastball no es solo un avance médico, es una promesa: escuchar esas señales antes de que se pierdan.

Si tienes antecedentes familiares o inquietudes sobre tu memoria, consulta a tu médico. Porque en el Alzheimer, cada minuto cuenta, y ahora hay una prueba que solo necesita tres.

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