El sistema auditivo es una compleja estructura, la cual preserva la capacidad auditiva y el equilibrio del cuerpo, una importante función que muchas veces pasa desapercibida, por lo tanto, es primordial su cuidado y estar atento a las posibles enfermedades de las que se pueda padecer.

Fernando Manrique, otorrinolaringólogo adscrito a Colsanitas, explica que esta estructura se divide en tres partes: el oído externo, medio e interno, diseñado para mantenerse lubricado, impermeabilizado con un pH específico y una flora bacteriana particular para garantizar su correcto funcionamiento.

De acuerdo con el otorrinolaringólogo, la otitis es una de las enfermedades más comunes que puede padecer el oído, y consiste en una inflamación de este mismo. Si afecta el oído medio, se conoce como otitis media; si involucra la piel del conducto auditivo externo, es otitis externa.

La otitis externa es la más común durante las vacaciones y contrario a lo que se cree comúnmente, la enfermedad se origina principalmente por el exceso de humedad externa, como duchas, saunas, piscinas, mar y climas muy húmedos, más no por el contacto con agua contaminada. Cuando el agua queda atrapada en los oídos, esta altera el pH ácido y la flora bacteriana protectora. En la mayoría de los casos, la inflamación se acompaña de infección, pudiendo supurar, por ello, se trata con antibióticos tópicos u orales según el caso.

“La mejor manera de mantener la salud auditiva es evitar intervenir: la cera producida es esencial para proteger y aislar el canal auditivo. Nunca se deben utilizar bastoncillos ni introducir objetos en los oídos para retirar la cera. Es suficiente lavar la parte externa de la oreja con agua y jabón y secar suavemente. Los intentos de limpieza con bastoncillos suelen empujar la cera más adentro, obstruyendo el canal auditivo”, comenta Manrrique.

En caso de antecedentes de otitis, el experto advierte que se deben tomar las siguientes precauciones al viajar:

  • Antes de cambios de altitud, como en vuelos o viajes en carro de diferentes alturas, es fundamental limpiar la nariz con suero, especialmente si hay congestión.
  • También es útil beber o masticar algo para facilitar el drenaje del líquido del oído al mover la mandíbula.
  • De la misma manera el experto sugiere que después de salir del agua, se bañen adecuadamente y se apliquen tres o cuatro gotas de solución con alcohol o ácido acético en los oídos para eliminar el agua, permitir que el alcohol se evapore y mantener los oídos secos y sin inflamación.

Si hay dolor de oído, es mejor buscar atención médica ya que se puede caer en un diagnóstico erróneo y lastimar algún elemento importante del sistema auditivo. El doctor Fernando Manrrique afirma que “el tratamiento oportuno de la otitis externa previene su transformación en otitis media, que puede causar un dolor intenso, ruptura del tímpano y un aumento de la infección. Es crucial que un médico examine el oído, ya que tratar una otitis media como si fuera otitis externa puede generar complicaciones”.

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