En un mundo donde el estrés y la ansiedad forman parte del día a día, la búsqueda de estrategias para mejorar la salud cardiovascular se ha convertido en una prioridad.
La ciencia ha demostrado que una buena alimentación, el ejercicio físico y evitar el tabaco son factores determinantes en la prevención de enfermedades del corazón. Sin embargo, en los últimos años, un nuevo factor ha cobrado relevancia: el optimismo. Pero ¿realmente ser optimista puede mejorar la salud cardiovascular?
Lo que dice la ciencia sobre el optimismo y el corazón
Varios estudios recientes han explorado la relación entre el optimismo y la salud cardiovascular. Un metaanálisis publicado en la revista JAMA Network Open en 2019 revisó más de 15 estudios que involucraron a 230.000 personas y encontró que aquellas con una actitud optimista tenían un 35% menos de probabilidades de sufrir eventos cardiovasculares graves, como infartos o accidentes cerebrovasculares, en comparación con las personas pesimistas.
Según los investigadores, el optimismo parece estar vinculado con una menor inflamación, una mejor función del endotelio (la capa interna de los vasos sanguíneos) y una mayor capacidad para manejar el estrés. Además, las personas optimistas suelen adoptar hábitos más saludables, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y mejores patrones de sueño.
¿Cómo influye el optimismo en la salud cardiovascular?
Existen varias hipótesis sobre los mecanismos por los cuales el optimismo beneficia el corazón:
-Reducción del estrés: Las personas optimistas tienen niveles más bajos de cortisol, la hormona del estrés, lo que reduce la presión arterial y la inflamación crónica.
-Mayor adherencia a hábitos saludables: Tienden a seguir las recomendaciones médicas con más disciplina, lo que reduce el riesgo de hipertensión y obesidad.
-Mejor función cardiovascular: Se ha encontrado que el optimismo está relacionado con una mayor variabilidad de la frecuencia cardíaca, un marcador de buena salud cardiovascular.
-Reducción de comportamientos de riesgo: Son menos propensos al tabaquismo y al consumo excesivo de alcohol.
¿Se puede entrenar el optimismo?
La buena noticia es que el optimismo no es una característica fija, sino que puede cultivarse con prácticas diarias:
-Gratitud: Llevar un diario de gratitud ayuda a reenfocar la atención en lo positivo.
-Meditación y mindfulness: Estas técnicas reducen la ansiedad y fomentan una actitud positiva.
-Relaciones sociales saludables: Rodearse de personas optimistas favorece un estado mental positivo.
-Ejercicio físico: Mejora el estado de ánimo y la percepción de bienestar.
Si bien no es una panacea, el optimismo parece por tanto desempeñar un papel clave en la salud cardiovascular. Adoptar una mentalidad positiva no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede ser un aliado fundamental en la prevención de enfermedades del corazón. Como complemento a una vida saludable, cultivar el optimismo podría ser una de las estrategias más sencillas y efectivas para cuidar el corazón a largo plazo.
Textos y fotos: www.elmundoalinstante.com
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