La industria de las farmacias es una de las que más agua consume. Incluso, se estima que una planta puede utilizar anualmente más de 9.600 metros cúbicos de agua, lo que equivale a 3.8 piscinas olímpicas. Según la Asociación A3P, los procesos que mayor impacto ambiental tienen son la fabricación de ingredientes activos, la formulación de medicamentos, y los sistemas de enfriamiento y calderas. Si se suma el consumo de cada uno de estos procesos, la industria farmacéutica emplea entre el 60 % y 80 % del total de agua que se consume en todos los usos industriales.

Teniendo en cuenta estas cifras, el sector ha implementado tres soluciones tecnológicas que están siendo claves para su reducción de huella hídrica: La ósmosis inversa, que permite tener una purificación extrema del agua, tanto así que puede ser hasta 10.000 veces más limpia que el agua potable; la reutilización del recurso y menor extracción, este segundo mecanismo implementado disminuye hasta en un 18% el agua que extraen las empresas de fuentes naturales; por último, el monitoreo les brinda a las organizaciones la posibilidad de detectar cualquier tipo de fuga o desperdicio en el sistema.
El uso de estos mecanismos, que se alinean a las exigencias del Acuerdo de Escazú y entró en vigor recientemente en el país, de la mano de empresas expertas en el procesamiento de agua como Ecolab, las farmacéuticas pueden cumplir con la transparencia ambiental y responsabilidad empresarial que dicta dicho acuerdo. Garantizar el uso responsable y óptimo del agua, también genera una reducción en las aguas residuales, contribuyendo a la protección de los cuerpos hídricos de las comunidades vecinas.
“Aunque hay algunas industrias que usan una mayor cantidad de agua en sus procesos vs otras, todas pueden implementar tecnologías como la ósmosis inversa y el monitoreo para reducir su huella hídrica. En el caso de las farmacias, al ser uno de los sectores con mayor consumo, tienen una responsabilidad más grande, pero están haciendo uso de las herramientas tecnológicas para contar con procesos más sostenibles”, explica Juan Pablo Contreras, director de la División de tratamiento de aguas para la manufactura, ingeniería y operaciones administradas en Lationamierica sur y Centro en Ecolab.
Al adoptar estas innovaciones, el sector farmacéutico ha logrado posicionarse en Colombia como un referente de sostenibilidad y manejo eficiente del agua. El Acuerdo de Escazú busca fomentar una relación sana con la naturaleza para enfrentar la crisis climática que atravesamos. Para esto, la tecnología se ha convertido en un gran aliado de todas las industrias al permitirles un uso de recursos eficiente y responsable. Los sectores que usan un mayor porcentaje de agua pueden apoyarse de empresas expertas para ser protagonistas de la sostenibilidad en Colombia.
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