Las infecciones causadas por hongos son un problema común y natural que pueden afectar la piel, las uñas, el cabello, las mucosas y los órganos internos. Es fundamental aprender a reconocerlas para tratarlas a tiempo y evitar complicaciones graves ya que se encuentran en el aire, el suelo, las plantas, el agua; e incluso, en el cuerpo humano.
Según el doctor Carlos Álvarez, médico infectólogo y epidemiólogo adscrito a Colsanitas, las infecciones por hongos pueden clasificarse en dos categorías principales: las infecciones superficiales que son aquellas que afectan la piel, las uñas y el cabello. Un ejemplo muy común es el pie de atleta, la tiña, la candidiasis vaginal y la onicomicosis. Por otro lado, están las infecciones invasoras, las cuales afectan órganos internos como los pulmones, el cerebro y los ojos, y son más frecuentes en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
“El diagnóstico de las infecciones por hongos se realiza mediante un examen físico y, en ocasiones, mediante exámenes de microscopio o cultivos para identificar el hongo causante y el tratamiento adecuado. El tratamiento depende del tipo de infección y su gravedad. Los medicamentos antimicóticos son comunes y pueden administrarse por vía tópica (cremas, ungüentos, lociones), oral o intravenosa”, comentó Álvarez.
Las infecciones por hongos se producen por un crecimiento fúngico excesivo en el cuerpo. Las personas inmunosuprimidas son más vulnerables a infecciones por hongos “oportunistas” como cryptococcus, Histoplasma y Aspergillus, que pueden resultar en infecciones graves. Para Álvarez, las condiciones que pueden aumentar el riesgo de infecciones fúngicas incluyen el exceso de humedady el calor ya que los hongos prosperan en ambientes húmedos del cuerpo, como la ingle, las axilas y los espacios entre los dedos y se propagan más en ambientes cálidos.
Los síntomas varían según el tipo de infección y la ubicación. Algunos síntomas comunes son:
- Erupciones cutáneas: se reconocen por el enrojecimiento, picazón, inflamación, escamas o ampollas.
- Cambios en las uñas: tiene exceso de engrosamiento, decoloración, fragilidad o descamación.
- Molestias vaginales: genera diferentes tipos de picazón, ardor, flujo vaginal anormal o dolor durante las relaciones sexuales.
- Síntomas respiratorios: asociados a la tos, fiebre, dificultad para respirar o dolor en el pecho.
“Es crucial eliminar la humedad en áreas propensas a la acumulación de sudor para prevenir el crecimiento de hongos. El tratamiento puede requerir varias semanas o meses, y la falta de tratamiento adecuado puede llevar a infecciones crónicas y resistentes a los medicamentos”, argumentó Álvarez.
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