Por Guillermo Romero Salamanca

La más reciente noticia de Crisanto Vargas decía que el humorista de Santuario, en Antioquia, estaba dedicado a darles papaya a unas 20 gallinas que tenía en un corral en Cocorná.

Parecía un chiste, pero meses atrás, los medios de comunicación informaban que el padre del humor moderno de Antioquia buscaba una curul en la Asamblea departamental. Se confirmaba así lo que habíamos pensado por años: el hombre no tenía algo cuerdo en su brillante cerebro.

No creímos ni por el berraco cuando lo acusaron de andar detrás de muchachitas, acosándolas. Claro. Al poco tiempo llegó la confirmación: le habían suplantado su nombre en las redes sociales para hacer fechorías. Vargasvil puede estar loco, pero no es un demente criminal, aseguramos.

Con Roberto Gómez Bolaños, «Chespirito».

Crisanto Vargas, conocido como Vargasvil, es un tipo genial. De una chispa inigualable, mordaz, conversador, ameno, inteligente. Ha hecho cosas grandes como La Zaranda, El Manicomio de Vargasvil, Recórcholis, director de La Casa de Crisanto y ha sido capaz de ir al programa de Suso´s Show, lo que significa también su capacidad de sacrificio y humildad.

Ahora Caracol Televisión lo anuncia como personaje en “Las Hermanitas Calle” donde hará el papel del hermano de doña Tulia. “Es un buen tipo, divertido, solterón, convencido del talento de sus dos sobrinas y más convencido aún de que ese ADN artístico se lo heredaron a él. Por eso, no deja pasar oportunidad para decir que las Calle son sus hijas artísticas y por eso se siente con derecho a vivir a expensas de ellas”, dicen su escueto boletín.

Y agregan Héctor y Carolina, de la oficina de prensa del canal: “Lizardo se siente y se proclama un artista polifacético e integral como pocos. Desde joven ha intentado ser locutor, declamador, fonomímico, culebrero, trovador, imitador, cantante, compositor, cuenta chistes, y cada intento le depara un fracaso más estruendoso que el anterior porque su talento sencillamente no existe”.

En resumidas cuentas, a Crisanto le pagarán por ser Vargasvil en la novela que comenzará este 1 de junio por el Canal Caracol.

Crisanto es un multifacético personaje. Fue rey de la Trova, compositor, cantante, entrevistador –famosa su charla con Roberto Gómez Bolaños, su ídolo—imitador –famosas sus parodias de Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Carlos Castaño, Hugo Chávez, Fernando Londoño y Álvaro Uribe Vélez, entre otros–, sus bromas con Jota Mario Valencia y Pacheco.

Un día llamó al dinámico periodista Carlos Villada, organizador de la famosa Chicharronada de los medios—y le dijo que estaba en Concepción y que pasaría por su casa, pero que tenía un problema: su carro había salido “gemeliado” en Villavicencio y entonces lo tendrían detenido hasta nueva orden.

Villada le dijo a la Chiqui, su esposa, que le alistara unas cobijas porque iría a la cárcel para acompañar esa noche a su amigo de La Zaranda, el mejor programa de humor que ha tenido RCN Radio. Ella, entonces, le preparó un chocolate y unas arepas como fiambre.

A los pocos minutos llegó el humorista con cuatro agentes a la casa de Villada, quien, al verlos, se abalanzó al piso y les dijo que no, que su amigo era inocente y les dio mil explicaciones.

Cuando estaba en lágrimas, Crisanto y los agentes soltaron la carcajada por la broma, pero eso sí, degustaron las onces, mientras Villada no salía de su asombro.

Así es Crisanto. En pleno proceso 8.000 le daba duro con sus imitaciones a Ernesto Samper y un buen día recibió una llamada del presidente, quien lo invitó a almorzar al Palacio de Nariño. Crisanto llegó sudando y nervioso a la cita y el mandatario le pidió que lo remedara otra vez. Le temblaban las piernas, sacó fuerzas e hizo algunas interpretaciones a lo cual el hijo de don Andrés soltó la carcajada.

Vargasvil con su gente, sus amigos.

Crisanto domina el arte de los culebreros. Sabe todos los movimientos que hace una serpiente. Oficio que aprendió de su padre, don Emilio Vargas, “el boquisabroso”. También cantó y una de sus parodias más famosas la hizo en 1989 con “El gran León”, de la canción de Ómar Alfano y cantada por Willie Colón. Hecho que hasta el mismo vocalista puertorriqueño le causó gracia.

“Crisanto Vargas posee un talento para el repentismo difícil de igualar. Sus temas de costumbrismo antioqueño son requeridos a final de año como El Gran León, El Abuelo, Antón Virus Virus, Señorita Laura, El mosaico de las mariposas, La canción del Sida, la Traga, entre otras. Lo felicitamos ahora con su nuevo papel en Las Hermanas Calle de Caracol Televisión”, comentó César Ahumada, gerente de Sayco.

Ahora en Cocorná cuidando la naturaleza y criando gallinas.

Gracias a Crisanto decenas de humoristas, trovadores, cantantes y comediantes de Antioquia brillan en el firmamento.

Un día dijo que haría una novela de su vida. Pero no es para menos. Son decenas de anécdotas que van desde las peleas por el desayuno con sus 22 hermanos, hasta las entrevistas del padre Tito.

En 1999 lo encontramos en Medellín, contó sobre su presentación en el Festival de la Trova. Me invitó. Le contesté que no podía pues no tenía boleta. A lo cual me refutó: “A mí me dieron dos para entrar, vaya usted”.

–¿Y entonces?, le pregunté.

–Pues yo no voy.

Me las dio y se despidió.

Así es Vargasvil, el irreverente.

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