Por Guillermo Romero Salamanca

Bogotá no duerme. Hay supermercados, farmacias, cafeterías y restaurantes que atienden las 24 horas del día. Sus habitantes andan de afán. El sistema Transmilenio moviliza en promedio más de 2.1 millones de pasajeros y las vías están repletas de todo tipo de automotores.

Bogotá es una ciudad para trabajar, para hacer negocios, es el epicentro de los Hub en el país, decenas de empresarios escuchan propuestas para desarrollar en todo tipo de empresas. Es el tema de moda en la actualidad.

Bogotá es la capital de Colombia. Millones de colombianos laboran en esta cosmopolita empresa, en donde fluyen miles de actividades pequeñas, medianas y grandes. Se ve el movimiento en la industria, la banca, la política, los negocios y la cultura.

Modernos hoteles como el Movich, cerca al aeropuerto Eldorado y epicentro de negocios y lugar para el descanso en Semana Santa.

UNA CIUDAD DE AFANES

La ciudad ha vivido desde su nacimiento con afanes. Los historiadores alegan sobre quién fue en realidad el fundador. Unos sostienen que fue Gonzalo Jiménez de Quesada, pero también hay otros que aseguran que fue Sebastián de Belalcázar y otros más sostienen que fue el alemán Nicolás de Federmán.

El historiador colombo-polaco Juan Friede asegura que la ciudad fue fundada dos veces: una de facto, el 6 de agosto de 1538 y otra jurídica, el 22 de abril de 1539, en presencia de Gonzalo Jiménez de Quesada, Sebastián de Belalcázar y Nicolás de Federmán. El primer nombre de la capital fue el de Nuestra Señora de la Esperanza.

En la primera fundación, según recopilan los estudiosos, como Juan Vargas Lemes, se hizo en lo que hoy sería el parque Santander, a un lado del Museo del Oro y entre el edificio de Avianca y el Banco de la República.

Aunque Jiménez de Quesada pensó en Nuestra Señora de la Esperanza, lo cierto es que se barajaron otros apelativos como Bogotá, Facatá o Mueketá, Theusaquillo, pero fue la propia corona española la que bautizó a la ciudad como Santafé de Bogotá, el 27 de julio de 1540. Simón Bolívar quería rebautizarla como capital del Nuevo Reino de Granada con el nombre de Las Casas.

Bogotá es una ciudad en crecimiento permanente. Se mezcla entre la cultura, la tecnología y el desarrollo. Foto alcaldía de Bogotá.

Siempre se ha vivido de afanes. Según el eximio historiador Eduardo Posada en su libro Narraciones, de 1906, cuenta: “Quesada no pensó entonces en levantar una ciudad que llegase a ser populosa, sino levantar una especie de aduar –pequeñas tiendas de campaña, al estilo beduino– para pasar las horas de la conquista, y, sobre todo, a fin de dejarles sus casas libres a los pobres indios allá en Bacatá, y poner en sitio aparte su vivac”.

Pero si algo fue rápido fue la conquista de españoles a las nativas. Recuerda el mismo Eduardo Posada aquellas escenas que ocurrieron después del 22 de abril de 1539 cuando se festejaba la fundación de la ciudad: “jefes y soldados, extranjeros y chibchas, se entregaron a festejar el bautismo de aquella ciudad. Todos se dirigieron a las orillas del río Fucha, y allá hicieron carreras de caballos, danzas y juegos de cañas, embebidos de chicha y vino». Naturalmente, unos meses después, nacieron las primeras bogotanas y bogotanos mestizos, origen de la diversa e incluyente ciudad actual.

Paseo Rivas, Bogotá D.C.
En el famoso Paseo Rivas. Foto alcaldía de Bogotá.

CIUDAD DE CIFRAS

Bogotá es la capital de la República de Colombia. Si bien es cierto, en el 2017 se calculaban que vivían en la ciudad 8 millones ochenta y un mil habitantes, como ciudad metropolitana sobrepasa los 10 millones. Es también un asiento de todas las regiones del país. Según las estadísticas tiene también algo más de 9 mil 500 habitantes de calle.

Se calcula también que un millón de personas viven solas. De allí el amplio comercio que hay para aparta estudios o para el comercio de pequeñas raciones.

Un incremento está en la llegada de estudiantes de diversas regiones que buscan cupos y carreras en cualquiera de las 112 instituciones de educación superior que hay en la ciudad.

Es una región con varios acentos: desde el cachaco –nativo de la ciudad–, el rolo –que es una combinación—y el ñero –de los habitantes de la calle–, pero también se oye el costeño, el pacífico, el santandereano, el paisa, el llanero, el boyacense y, últimamente, venezolano.

Según el Observatorio de Desarrollo económico de Bogotá el promedio de exportaciones mensuales llega a los 160 millones de dólares y se envía al exterior flores, alimentos, productos farmacéuticos, maquinaria, equipos y productos plásticos.

El aeropuerto El Dorado, por su parte, concentra el 46,6% de los pasajeros transportados en Colombia, al alcanzar los 31 millones de pasajeros movilizado cada año. Cada minuto entra o sale un avión desde este aeródromo.

Entre 2015 y 2017, se crearon 161 establecimientos hoteleros que prestan el servicio de alojamiento en la ciudad y que hoy suman, en total, 839 hoteles, según el Instituto Distrital de Turismo.

Las cifras crecen a diario.  Actualmente existen en Bogotá 2’476.647 predios que están obligados a pagar el impuesto predial. 

La ciudad se transforma a diario. Todos los días hay una nueva construcción y es la que más usa gigantescas grúas para llevar materiales a más de 100 metros. Hasta hace unos años los grafitis les daban un feo aspecto a sus calles, ahora la alcaldía contrató a los artistas y han dibujado verdaderas obras de arte en las calles y para este año, se entregará toda la ciudad pintada con múltiples colores.

Festival del libro Parque 93
Una feria del Libro en la calle 93. Foto Alcaldía de Bogotá.

La ciudad también vive de rumba. Hay diversos sectores donde la fiesta va hasta las horas de la madrugada y cada año se realiza el Festival de Verano que reúne a lo más excelso del talento nacional con invitados internacionales.

Bogotá seguirá creciendo a diario y recibido a todos los foráneos, porque esta es tierra de todos y amable con sus visitantes y este 6 de agosto cumple sus primeros 480 años.

BOGOTÁ EN SEMANA SANTA

Aunque miles de bogotanos se trasladan a otras regiones del país, en la capital continúa su presentación cultural, histórico y gastronómica.

Visita a Bogotá en Semana Santa brinda multitud de oportunidades para hacer. Desde observar cada una de sus curiosidades, ver los rascacielos y sus atractivos, visitar museos –cada uno con su explicación y su punto en la historia nacional—templos, calles, restaurantes o presenciar la extensa cartelera en teatro como la obra de Betty La fea o cualquiera otra en los escenarios donde los actores exhiben sus trabajos.

BETTY LA FEA en teatro 2019
BETTY LA FEA en teatro, la comedia teatral que emocionó a más de 40 mil espectadores en su primera temporada en Bogotá en el año 2017 con el mismo amor, el mismo humor, el mismo elenco, el mismo talento, y más de 50 funciones agotadas. 

La gastronomía en la ciudad también merece ser explorada y disfrutada. La oferta de comida típica y extranjera es amplia y reconocida como una de las mejores de Latinoamérica.

Dar un paseo por las calles coloridas de La Candelaria, subir y experimentar una vista panorámica en Monserrate, recorrer el mercado de las pulgas en Usaquén o, simplemente, dejarse sorprender barrio a barrio a través de la ciclovía son actividades que le sacarán una sonrisa y que le harán experimentar la ciudad desde otra perspectiva.

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Para quienes deseen hacer recorridos religiosos o participar en las ceremonias también hay variedad de posibilidades en esta Semana Santa.

CUARTOS INSONOROS

La oferta hotelera en Bogotá es inmensa, pero si tiene pensado vivir a Bogotá en estas vacaciones de Semana Santa, instálese en hoteles como Movich Buró 26, una alternativa para relajarse y degustar la comodidad de un hotel exclusivo, con diseños de tecnología de punta y con gran sabor colombiano. Esta opción es la más cercana al Aeropuerto Internacion​​​al El Dorado.

Lugares para el descanso en el Movich.

Puede deleitarse y relajarse en el Spa, en amplias las zonas húmedas y el gimnasio que cuenta con todas las facilidades para hacer una rutina diaria, en el Spa se puede disfrutar de tratamientos relajantes corporales y faciales o simplemente tomarse unos minutos para relajarse en el Jacuzzi, la sauna o el turco.

Es otra dimensión para el descanso en la capital. Es el punto de encuentro del sabor colombiano y de la contemplación del paladar internacional.

Bogotá es la ciudad ideal para visitar en Semana Santa.

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