Yolanda Vázquez MazariegoSport Life Revista líder en España en Deporte y Salud. https://www.lechepuleva.es/

Tomando las precauciones adecuadas es factible sacarle partido a las horas que dedicas a tomar el sol. La piel, el sistema inmune o el descanso se benefician notablemente de su acción.

1. Vitamina D para tus huesos y dientes

¿Sabías que cada vez que te bronceas tus huesos se van fortaleciendo? A pesar de que el sol nunca llegará hasta tus huesos, los rayos UV ayudan a producir vitamina D en la piel. Recuerda que esta vitamina es muy importante para la mineralización de los huesos, al favorecer la absorción en el intestino del calcio y el fósforo y evitar su pérdida en el riñón.

Aunque la mayoría de las vitaminas y minerales hay que tomarlas en los alimentos, en el caso de la vitamina D el metabolismo cuenta con un «as en la manga», pues es capaz de fabricarla en la piel cuando dispone de un precursor conocido como 7-dehidrocolesterol (que proviene del «temido» colesterol) gracias a la radiación UV del sol.

Bastan 5 ó 10 minutos de sol, dos o tres veces por semana para recargar los depósitos de vitamina D. En nuestra área geográfica es muy fácil de conseguir, pues contamos con sol todo el año, pero en los países con menos horasde sol, hay más incidencia de raquitismo en los niños y osteoporosis y osteomalacia en los adultos.

2. Tomar el sol mejora el aspecto de tu piel

Si tu problema es el acné, el sol con moderación puede ayudarte, basta media hora de sol al día para mejorar el aspecto de tu piel. La clave está en que lo tomes a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando no tienes peligro de quemadura y que no sobrepases los 30 minutos.

No te asustes si la primera semana sufres un empeoramiento, eso significa que el sol está provocando una reacción de limpieza, piensa que la piel no tiene otro recurso para eliminar la grasa e impurezas que expulsar lo que sobra para poder arreglar el problema.

Después de una semana la piel irá recuperando su equilibrio y se irá sanando progresivamente, si no es así, puede que hayas desarrollado «acné estival», un tipo de acné que está provocado por los ingredientes hidratantes de las cremas fotoprotectoras.

Otra enfermedad de la piel a la que le va muy bien el sol es la psoriasis, ahora se utilizan lámparas con frecuencias de rayos UV determinadas para ayudar a reducir las áreas enfermas y remitir la enfermedad.

3. El sol estimula tus defensas

¿Has notado que en los inviernos posteriores a unas vacaciones al sol tienes menos gripes y catarros? Se ha visto que el sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos o linfocitos, las células encargadas de la primera defensa frente a la infección.

4. Equilibra el colesterol

¿Se disuelven las grasas al sol? Pues aunque suene extraño así ocurre, las personas que viven en climas soleados presentan menos incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Se ha comprobado que los niveles de colesterol son menores en verano, en parte porque la luz UV es necesaria para metabolizar el colesterol, y cuando tomamos el sol disminuye el nivel de colesterol y evita que pegue a las arterias.

Otra explicación también está en que en verano nos movemos más y comemos más frutas y verduras de temporada.

5. La vitamina D reduce la presión en sangre

¿Sabías que algunos deportistas evitan tomar el sol antes de una competición? El sol provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel, disminuyendo los valores de presión arterial.

También aumenta el metabolismo y la depuración de los tejidos. Estos efectos beneficiosos pueden volverse en contra de una persona deportista, pues la bajada de tensión puede provocar una disminución del estado de alerta antes de una prueba, pero después de la competición o en las personas con hipertensión el sol tiene un efecto medicinal.

La explicación parece que está en la vitamina D de nuevo, porque en presencia de esta vitamina disminuyen los niveles de hormona paratiroidea, encargada de liberar el calcio de los huesos y de regular la presión sanguínea. Cuando aumentan los niveles de vitamina D por efecto del sol, disminuye la hormona paratiroidea y la presión sanguínea en consecuencia.

6. Tomar el sol previene del cancer

¿Sabías que hay cánceres que aparecen con más frecuencia en los países con menos horas de sol? Los países mediterráneos tienen una incidencia menor de cáncer de mama, cáncer de colon, etc. frente a los países nórdicos.

La explicación a esta protección natural vuelve a estar en el efecto protector de la vitamina D frente a los tumores. Recientes estudios han encontrado que la luz solar ayuda a proteger no sólo del cáncer de mama y colon, también frente a otros tumores como el de ovario, vejiga, útero, estómago, linfomas y próstata.

7. La luz favorece el estado de ánimo

¿A qué te sientes mejor después de un baño de sol? Parece que bajo la luz del sol es más fácil ver el lado positivo de la vida y se aleja el cansancio, la depresión y el estrés.

La explicación está en que los rayos UV aumentan la producción de un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar: la serotonina, que también interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual.

No hacen falta muchos experimentos científicos para saber que el tiempo afecta a las emociones, utilizamos la palabra «gris» para designar un estado de ánimo que coincide con los días nublados.

Hace unos años se describió una alteración psicológica conocida como alteración afectiva estacional o SAD (Seasonal Affective Disorder) que afecta al 20% de la población y que se caracteriza por la aparición de síntomas depresivos en invierno, que desaparecen al llegar el buen tiempo.

8. Mejora la calidad del sueño

Sueño. ¿A qué duermes mejor y menos horas después de tomar el sol?

¿A qué duermes mejor y menos horas después de tomar el sol? En verano los días se alargan y nos resulta más fácil levantarnos descansados a pesar de haber dormido pocas horas. La explicación de nuevo se debe al efecto de los rayos UV en otra hormona: la melatonina que se encarga de muchas funciones, entre ellas regular los ciclos de sueño.

Los niveles de melatonina en sangre son más altos durante la noche, cuando no hay luz. Cuando hay luz, la melatonina desciende y nos sentimos más despiertos y activos. Por lo que si quieres aprovechar al máximo las horas del día, nada mejor que aprovechar los efectos despertadores de la luz del sol, como si fuera el café de la mañana.

9. Favorece la vida sexual

¿A qué tu vida sexual es más intensa en verano? Sin caer en los tópicos veraniegos, la realidad es que hay más sexo en verano que en invierno. La explicación está en otra hormona: la testosterona, se ha comprobado que el sol tomado con moderación aumenta los niveles de testosterona en la sangre, y esta hormona es una de las responsables del apetito sexual.

En los animales, la aparición de la época de apareamiento está regulada por las horas de sol, y aunque nosotros no pasemos por épocas de «celo» se ha visto que el esperma masculino es más rico en espermatozoides en la época veraniega, alguna relación tendrá…

10. La vítamina D protege frente a la esclerosis múltiple

¿Qué tiene que ver una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central con el sol? Los científicos aún no lo han descubierto, parece que la relación está en el aumento de los niveles de vitamina D, pero los hechos hablan por sí solos: la incidencia de esclerosis múltiple (EM) es mayor en los países con menos horas de sol. Parece que la exposición solar en la infancia reduce dramáticamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad en el futuro.

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