Puede que usted no lo crea. Pero, hoy en Colombia un microcrédito de apenas $1.350.000 marca la diferencia, para que una mujer pueda capitalizar su negocio y si no los tiene tomar la dolorosa decisión de cerrar. Esa es la conclusión de un sondeo realizado por la reconocida cooperativa de ahorro y crédito Fincomercio, para establecer el comportamiento de los créditos de bajo monto en la población femenina, como una forma de rendir homenaje a la fuerza y el liderazgo de ellas en este mes de marzo, que históricamente celebran su día. 

Lo bueno: el uso del microcrédito por parte de las mujeres

Para empezar, 7 cifras que dejan al descubierto el nivel educativo de las microempresarias 53% bachiller, 15% profesional, 13% técnica, 11% solo tiene primaria,  4% tecnóloga,  3%, cursos no formales y solo 1% tiene especialización.

Lo anterior, no es obstáculo para que miles de mujeres elijan el microcrédito como su herramienta de financiación para hacer empresa, generar empleo y construir su libertad financiera. En ese sentido, el sondeo revela varios hallazgos que van desde: el monto mínimo, máximo y promedio que solicitan las microempresarias para fortalecer sus negocios cuando ya llevan un año de existencia, el estrato al que pertenecen y su ubicación geográfica.

En cuanto a la cantidad solicitada por las microempresarias el monto promedio es $8.100.000, el monto mínimo es $1.350.000 y el monto máximo es $26.000.000. Respecto al plazo, lo mínimo son 6 meses y lo máximo son 56 meses.

49% pertenece a estrato 3 y 32% están ubicadas en 2. En estrato 1 está el 14%. Al revisar los estratos 4, 5 y 6 los 3 suman 5%.

Respecto a las solicitudes, Bogotá tiene el liderazgo con 83%, Cundinamarca 8%, Huila 8%, y Montería 1%.

En los últimos 5 años la cooperativa observa un incremento significativo en las solicitudes de microcrédito en las mujeres. En 2023 es de 58%, mientras que entre 2019 a 2022 el promedio fue 51%.

“Con este sondeo destacamos el papel de la mujer microempresaria, dado que desempeña un rol fundamental en la economía nacional y la generación de empleo. En la cooperativa, nos hemos comprometido a brindarles atención especial, modelos flexibles, productos a la medida porque su progreso contribuye al desarrollo socioeconómico del país que es nuestra razón de ser”, afirma Rodrigo Duque, director crédito y agro de Fincomercio.

Rodrigo Duque de Fincomercio.

Los 3 motivos por los que las microempresarias solicitan créditos son:

●        Para ampliar su producción

●        Adquirir maquinaria o materias primas

●        Mejorar la infraestructura de sus negocios renovando locales o equipamiento

Lo malo: los 5 miedos que paralizan a las mujeres

Este sondeo permite establecer el top 5 de miedos que dicen tener las microempresarias:

●        Miedo a empezar desde cero

●        Pavor al fracaso por falta de educación

●        Temor al rechazo social

●        Pánico ante la falta de capital

●        Susto de incursionar en un sector con mucha competencia

“Lo realmente destacable es que las mujeres enfrentan sus miedos y hacen crecer sus negocios con microcrédito. Este recurso de financiación está disponible desde cualquier región del país con bajas tasas de interés, financiamiento desde 1 salario mínimo y proceso de solicitud flexible”, narra Duque.

Lo feo: las barreras del sistema para la mujer

Según los resultados, las mujeres enfrentan no solo sus propios miedos internos, sino también las barreras del sistema que dificultan su acceso a microcréditos. Por ejemplo:

●        Inclusión financiera limitada: sea por falta de acceso o grandes requisitos.

●        Ausencia de historial crediticio: falta de experiencia para demostrar su capacidad de pago.

●        Tiempo dedicado al hogar: según la CEPAL, la mayoría de las mujeres dedica 7 horas diarias a las actividades domésticas y cuidado no remunerado, frente a 3.5 horas en los hombres.

●        Machismo y patriarcado: actitudes sociales que subestiman su papel.

●        Baja formación académica: dificultando el desarrollo de habilidades empresariales básicas.

●        Falta de empoderamiento: dudan de su capacidad para liderar un negocio exitoso y controlar sus vidas financieras y empresariales.

●        Desempleo: escasez de oportunidades laborales para demostrar experiencia y habilidades.

●        Bajos recursos económicos: las mujeres dicen que sin dinero se sienten aisladas y carentes de redes de apoyo.

●        Falta de experiencia laboral: asunto que resta puntos para la gestión efectiva del préstamo.

●        Desconocimiento de las condiciones del crédito: la llamada letra pequeña puede llevar a decisiones financieras poco informadas y peligrosas para el negocio.

Casos de éxito de mujeres usando microcrédito  

Luego de haber visto, lo bueno, lo malo y lo feo, es innegable que, a pesar de las adversidades, las mujeres encuentran la forma de cumplir sus sueños. A continuación, usted conocerá los casos de Damaris, Carolina, María José, Estella, Jazmín y María Felicidad, quienes ante la falta de empleo crearon sus propios negocios usando microcréditos con un monto mínimo de $1.350.000 y máximo de $26.000.0000 millones.

Damaris Giraldo es dueña de la peluquería y Spa Cafuné. Ella es bachiller y estilista certificada, “Yo le di vida a este sueño de tener mi propio salón de belleza, porque estaba cansada de que me rechazaran y deseaba independencia financiera. Fui a muchos bancos y siempre me decían que no. Finalmente, la cooperativa fue la única que me prestó y ha sido mi salvación, porque con ese crédito he multiplicado mis ingresos”.

Carolina Rozo es bachiller y dueña de Alimentos Grato Colombia. “Hace un año, por falta de oportunidades laborales, abrí mi negocio de fabricación de chocolates. Fui en búsqueda de financiamiento en varias entidades, pero todas me dijeron que no, por la falta de historial crediticio. Hasta que un día me hablaron de una cooperativa que le presta a mujeres como yo. Ese crédito lo destiné para obtener el certificado Invima, que es un requisito legal e importante en mi industria y ha sido vital para vender a clientes más exigentes”.

Estella Cepeda es bachiller, dueña del almacén de telas Variedades Angelita. “Hace 26 años me encontraba en una situación difícil, porque tenía que mantener a mi hijo y a mis padres. Pero, mis ingresos eran apenas para sobrevivir. Fue entonces, cuando decidí tener mi negocio de venta de telas, especializándome en la confección de sábanas. Tuve muchos problemas para obtener crédito, porque no cumplía con los requisitos que exigían las entidades financieras, hasta que conocí la cooperativa y me prestaron para comprar materia prima. Así entendí que tener un surtido adecuado es clave para aumentar las ventas y hacer crecer el negocio”.

María Sarmiento es dueña del supermercado María José. «Hace 25 años abrí mi propio negocio, un sueño que he mantenido vivo usando microcrédito, porque pude surtir más mi local, lo que me permitió vender mucho. Este negocio no solo me ha permitido ayudar a mis hijos, sino también a mis nietos. Nunca imaginé que, con apenas la educación primaria, podría construir un legado que beneficie a mi familia de generación en generación y ser una abuela próspera”.

María Felicidad Orozco es dueña de Sears Social Club Estudio 53. “Hace dos años me pensioné y decidí abrir una viejoteca. Pero las entidades financieras imponen requisitos que parecen ilógicos, lo que resultaba muy frustrante, ya que precisamente buscaba financiamiento para poner en marcha mi negocio. No me di por vencida y encontré una cooperativa, que entendió mi situación y sin tantos requisitos difíciles de cumplir, me otorgaron el préstamo necesario para mi sueño, que es ofrecer un espacio de entretenimiento y bienestar para los adultos mayores de mi comunidad”.

Jazmín Guasca es dueña de la papelería Libélula. “Como madre cabeza de familia, siempre tuve el sueño de ser independiente y sostener a mis hijos por mi cuenta, por eso, hace años abrí mi propia miscelánea. Pero no tenía un surtido amplio y variado, porque para surtir bien se necesita dinero. Yo sabía, que necesitaba un microcrédito y cuando lo obtuve realmente, marcó la diferencia, porque me permitió invertir en mercancía de calidad y diversificar mi inventario. Esto impulsó las ventas de mi negocio y aumentó mi confianza personal, porque ha sido una experiencia gratificante y motivadora”.

Lo buenoLo maloLo feo
Las mujeres lideran las solicitudes de microcréditoPánico ante la falta de capitalBajos recursos económicos
Razones: ampliar producción, adquirir maquinaria y mejorar infraestructuraPavor al fracaso por falta de educaciónAusencia de historial crediticio
Eligen el microcrédito como su forma de hacer empresa, generar empleo y construir su libertad financieraSusto de incursionar en un sector con mucha competenciaTiempo dedicado al hogar
Monto promedio $8.100.000
Monto mínimo $1.350.000
Monto máximo $26.000.000
Temor al rechazo social Machismo y patriarcado

Para terminar, Fincomercio asegura que “teniendo en cuenta las cifras del DANE, publicadas en diciembre de 2023, Colombia tiene hoy 3.8 millones de microempresas, lo cual, deja ver la importancia del microcrédito como motor de desarrollo nacional, generador de empleo, impulsor de nuevas oportunidades y facilitador de todos los beneficios emocionales que trae la libertad financiera y el desarrollo laboral tanto al creador del nuevo negocio como a sus familiares, empleados y a la sociedad, por eso, en la cooperativa estamos comprometidos con  microcréditos ágiles y seguros que además vienen acompañados de programas de salud,  recreación y educación que contribuyen al bienestar emocional, mental y físico de los colombianos”, finaliza Duque.

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