Por Guillermo Romero Salamanca
Mientras degusta un café recién hecho, Armando Plata Camacho contempla en panorama que le brinda la naturaleza: un cielo azul, con nubes de diversos grises, montañas de diferentes verdes y la represa inmensa de Macanal, en Boyacá, a unos 150 kilómetros al norte de Bogotá.
Es un paraíso. Y allí organizó también su estudio de radio donde graba sus comerciales, podcasts y en especial, su Global Hits que se emite por más de 600 emisoras en el mundo entero.
El locutor, programador, creador de sistemas radiales, director, entrevistador, reportero, animador, disquero, conferencista y analista considera que esta pandemia ha sido fatal para los medios de comunicación.
“El COVID19 es y será por mucho tiempo, el triste evento noticioso con mayor difusión en la historia. Un tema tan reiterado que satura y crea un insensible rechazo en la audiencia. Es un suceso que pone en evidencia la crisis mediática y la enorme brecha de los medios tradicionales frente a la anárquica instantaneidad de la red con el reiterado manejo manipulativo de las noticias y las creencias falsas de acuerdo a oscuras agendas”, dice.
Toma un poco de aire, degusta su tercer sorbo del café negro y agrega: “La pandemia es la excusa perfecta para un espectáculo morboso y grotesco en el manejo de datos y estadísticas maquiavélicamente utilizados por ciertos gobiernos para glorificar sus logros u ocultar la ineficiencia de sus políticas. Y claro, en medio de una aterradora crisis económica, la prensa cierra rotativas y reemplaza periodistas por robots, la televisión hace radio y el teletrabajo surge como un salvavidas para bajar costos de producción. A todo esto, súmele la cantidad impresionante de nuevos medios donde alguien con Wifi y un teléfono lanza su propio canal de video, podcast o radio virtual vía Instagram, YouTube, zoom, Facebook, wasap y numerosas plataformas más”.
Y en este discurso concluye en tono enérgico: “En síntesis: ¡Bienvenidos al despelote a las puertas del apocalipsis en los medios!”.
SOBRE LOS MEDIOS
Luego de un periplo por varias ciudades en Colombia y en Estados Unidos Armando se alejó del mundanal ruido y encontró, primero en Chocontá, al lado de la represa del Sisga y ahora en Macanal, el sitio perfecto para tener la inspiración perfecta para escribir y adecuar su voz a todos los pedidos comerciales que tiene.
Por allí han pasado grandes personajes de la radio, la televisión y la prensa. Lo envidian por el lugar. Aprovechan el paisaje y le sonsacan fotos al paisaje y se dejan atender por doña Gloria, otra de las glorias que goza el hombre con 50 años en la radio.
–Armando, ¿Cómo vislumbra lo que será la radio en un futuro cercano?
–Inestable laboralmente, incierta en lo económico y atomizada en lo técnico. La radio de hoy es una fábrica de sueños donde cada locutor quiere tener su propia “emisora”. Cada vez es más fácil abrir y cerrar una radio en la red mientras los gobiernos conceden más frecuencias de FM para pagar favores políticos. Los millennials escuchan “su música” en la web, el dial está totalmente saturado, la facturación desciende dramáticamente, los sueldos por el suelo y la producción cada vez más pobre; todo esto pasa en medio de una guerra de tarifas sin cuartel. Sin embargo, pienso que la radio saldrá de cuidados intensivos y seguirá siendo mágica porque mientras haya talentos que sorprendan, habrá audiencias que los sigan y si hay números habrá negocio, aunque mucho menos que antes.
–¿Qué pensó cuando se enteró que Todelar está devolviendo emisoras al Ministerio de las Telecomunicaciones?
–“¡Otro que muerde el polvo!”; Y por ahí ronda Prisa y otros radiodifusores encartados con esa papa caliente que es mantener estaciones con pocas ventas, agotando el músculo financiero de los pulpos, y lo que es peor, dando palos de ciego sin valorar el talento que los podría sacar de la olla.
–¿Pero según su análisis muchos medios desaparecerán totalmente?
–Todo parece indicar que la prensa escrita será la primera. Están pagando el karma por el mal que le hicieron al planeta al talar millones de árboles para verter tinta tóxica sobre papel. Haciendo fila bien atortolados están las revistas. Con pocos años de reinadito están la mayoría de empresas de TV tradicional y las ciento de señales de cable. A todos ellos los tomó arrogantemente mal parqueados los cambios tecnológicos de los últimos 30 años. Muchos están de psiquiatra porque aún no entienden que fue lo que pasó, si lo tenían todo debidamente controlado.
Armando laboró como locutor en Caracol, fue director de Radio Tequendama, director general de Caracol Radio y creador de Radioactiva y de Caracol Miami, fue presentador de Pasaporte al Mundo, un programa con el que les mostró más de 60 países a los colombianos. En Estados Unidos trabajó para la cadena TNT, fue la voz hispana en The American Music Awards, Golden Globe Awards y director de CNN Radio Noticias.
–¿Quieres otro tinto?, pregunta.
–Mil gracias, pero sin galletas, le contesto.
LA PROGRAMACIÓN
–Bueno Armando y ¿hacia dónde van la información, la educación y la diversión?
–Cada una pavimenta su propia avenida. Vivimos la época con más info-des (Información-desinformación) en la historia de la humanidad. Un desmadre que se le salió de control al poder establecido, pues cada vez es más difícil saber cuál es la verdad verdadera. Diría que estamos atrapados en el ovillo de la info-des tejida por la misma red.
Pasando a la educación, si la entendemos no como instrucción sino como el desarrollo del intelecto, los afectos y la moral, la cosa está grave para quienes fuimos creados con “buenas maneras y modales”. Las nuevas generaciones manejan otros códigos de cultura que van en contravía. Un ejemplo: El compositor del año en EU es el conejito malo BAD BUNNY considerado el terror de los padres y los abuelos porque esta “dañando a los muchachos con letras misóginas y obscenas”. Lo mismo y cosas peores dijeron hace cinco décadas acerca del amor libre pregonado por los hippies, y satanizaron el rock.
En cuanto a la diversión: el mundo la reclama cada vez más para paliar tanto agite. Es otro subproducto que heredamos del estilo de vida estadounidense. Me parece que la mayoría de piezas audiovisuales en un futuro cercano girarán sobre temas que sean divertidos, sencillos, simples y fáciles. Para que nuestra sociedad acelere su proceso de educación e instrucción se debe manejar una ecuación entre lo divertido y lo informativo. Cada vez menos audiencias están interesadas en lo denso y lo aburrido.
–¿Han funcionado las emisoras en internet?
–Siguen ganando su espacio lentamente, aunque según estadísticas en esta pandemia la radio tradicional se recuperó un poco. La radio en internet es una jungla inexplorable con más de cien mil estaciones en el planeta, la mayoría de ellas con programación robótica automatizada. Indiscutiblemente un gran negocio para los proveedores de streaming. Hay todo tipo de propuestas, pero el cuello de botella sigue siendo la monetización pues a mejor calidad de producción más costos operativos con poca o nula rentabilidad. Otro problema es que los proveedores de planes telefónicos cobran la data y eso limita el acceso de los usuarios, pero en la medida en que el Wifi y el 5G se popularicen las audiencias se volcarán a la radio en la red y le darán una estocada mortal a la mayoría de estaciones de AM y FM.
–¿En dónde se está enfocando la publicidad?
–La publicidad hoy en día es infinitamente más dinámica a cómo funcionaba décadas atrás. Avanza en dirección del teletrabajo con talento global super especializado, la mayoría de las veces contratado por proyecto. La compra y análisis de data, la neurociencia, la psicología del consumo, la segmentación y el foco en targets específicos es la ley del juego. Se vive por la instantaneidad del clic y la medición de tendencias y resultados en tiempo real. Se les acabó el bluf a los publicistas pues su futuro depende de cuán ciertos son sus argumentos para cumplir a cabalidad las metas y expectativas del cliente. El papa de los pollitos es Google que acapara globalmente el universo publicitario, punto. Las redes sociales y las plataformas son los medios que saben los secretos del consumidor y en eso les dan pan y seco a los medios tradicionales ¡mientras se comen en sus propias narices casi todo el pastel!
–¿Cree que hay sobre oferta de medios?
–Peor aún, ¡explosión! Aún no se sabe cómo se va a manejar la próxima unidad de quemados intensivos. Mire, en esta pandemia me han entrevistado un resto de canales de televisión por streaming, webinars, canales de cable, televisión abierta, televisión pública, televisión regional, televisión en vivo por Facebook, podcasts, youtuberos, instagrameros, zoomers, emisoras comunitarias, radios virtuales de barrio, de universidades, de pueblos, cadenas radiales tradicionales, periódicos impresos de circulación local, regional, nacional, revistas digitales, gacetas, páginas web, bloggers, y hasta usted mi querido Guillermo!
Tiempo para risas y para otro cafecito, esta vez con pan chocontano.
SOBRE LOS CANALES NACIONALES
–¿En qué están fallando los canales nacionales?
–Los comunicadores quisiéramos que la televisión comercial de los canales Caracol, RCN y Cadena 1 tuviera un mejor nivel de calidad en su contenido, pero olvidamos que está dirigida a la gran masa de colombianos de a pie, y eso a mi juicio, no está mal. El problema es que a medida que mejoramos nuestra instrucción, rechazamos, irrespetamos y perdemos empatía para comunicarnos adecuadamente con ese grupo objetivo. Pareciera que los ignoramos y los descalificamos porque son pueblo.
Por otra parte, hay talentos que tienen el oído promedio, que se identifican con esa cultura y conectan con proyectos que logran inmensa aceptación popular, marcando rentables puntos de sintonía, y mientras den números, serán vendidos como ídolos y modelos a seguir. Eso no nos gusta. Por su parte, los canales en su afán de tener más productos exitosos, exploran alternativas que lamentablemente van en contravía con los valores clave para construir una mejor sociedad. Financian algunas novelas, series y programas que morbosamente apelan a las bajas pasiones con contenidos activos o pasivos de violencia emocional, física, psicológica, sexual, etc. En su codicioso afán mercantilista olvidan que esos colombianos por sus pocos niveles de instrucción y educación absorben esos contenidos y los replican en su diario vivir. Algo peor, creen que así se debe vivir en este mundo. ¿Son los canales Caracol? RCN y Canal 1 los mayores fabricantes de miseria moral, violencia, polarización y decadencia social?
–¿Como va Global Hits?
–Creciendo luego de casi seis años. Global Hits se transmite semanalmente en cerca de 600 estaciones de radio de AM, FM, intranet e internet en 18 países. Como podcast está en las plataformas Google Podcasts, Deezer, Jio Saavn, Podchaser, Apple Podcasts, Spotify, Podcast Addict, Spreaker y CastBox.
Ha sido un trabajo paciente para construir orgánicamente una audiencia y el reconocimiento del medio a nivel internacional. Se ha convertido en la guía semanal obligatoria para estar al día sobre cuáles son las canciones más populares en iberoamérica y el mundo, de acuerdo a estadísticas de ventas, streaming, tocadas, y popularidad. Es un trabajo de edición muy profesional de Cynthia Stefoni de Micro Estudio Argentina, y la producción ejecutiva de mi socio y amigo el gran Claudio Martinotti.
Una anécdota muy curiosa: El país del mundo donde más se escucha Global Hits como podcast es India, en la plataforma Jio Saavn.
–¿Qué opina de los recientes premios ASCAP?
–Magníficos. Reflejan los temas de más aceptación en el mercado hispano de estados unidos por parte de la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores ASCAP. Reconoce a los talentos que lograron las mayores cifras de ventas por sus conciertos, streamings, CD´s, y otras yerbas, en el último año. Fueron presentados por la hermosa compatriota Greeicy Rendon y su esposo Mike Bahía. Entre los colombianos galardonados este año están Carlos Vives, Piso 21, Marino Rengifo – el productor de Despacito – y Sebastián Yatra. El gran ganador del evento fue el conejito malo BAD BUNNY. Causó escozor porque la lírica de sus canciones refleja cómo habla hoy la muchachada del barrio, por eso es música urbana. El conejito es un personaje muy carismático que maneja lo chocante, es di ruptor y contestatario. Un duro para sacarle la piedra a los baby boomers que hoy son hippies redimidos y mechudos arrepentidos. Muchos de ellos están dedicados a la oración para salvar sus almas después de todos los desmanes, orgías y drogas que hicieron en los 60. Como abuelos respetables son los que le lanzan todas las piedras al pobre conejo cuyo pecado es ser un artista que abandera la expresión de millones de centennials de barrio. Sus letras son explícitas, pero he oído cosas peores.
También puede leer: