Por Guillermo Romero Salamanca

Durante más de 20 años Ana Sofía Sierra fue uno de los íconos del periodismo de espectáculos en Colombia. Era el cerebro de una de las columnas más leídas en el siglo pasado por gente de los medios de comunicación, la farándula y la industria de la diversión.

Es más, ella fue la redactora de la leída columna de “El Espacio”, “Juan Sin Miedo”. Todas las mañanas, en la sede de Eldorado se le veía redactar en su máquina de escribir las cuartillas que luego irían acompañadas de despampanantes modelos seleccionadas con lupa milimétrica por Alberto Uribe y Édgar Sierra, director y jefe de redacción del vespertino.

Ana Sofía realizó innumerables entrevistas a figuras de la balada, de la actuación, de la salsa, del merengue, del vallenato y de la música popular.

Sus ídolos: Diomedes Díaz –de quien seguía en sus canciones que ponía todo volumen– y de su equipo azul Millonarios. Cartagenera pero universal.

Un día viajó a Ecuador a probar suerte. Le fue bien, pero retornó con más ahínco y dedicó otros años al periodismo empresarial dando cátedra a las agencias y los sabiondos de las redes sociales.

Siempre ha sido de un exquisito paladar. Crítica en sabores y en variedades. Experiencias que aprendió de familia costeña, con matices libaneses, árabes, españoles, asiáticos y, desde luego, criollos.

Ella sabe cómo se hace un pastel cartagenero, un sancocho de lisa, un arroz con coco de verdad, verdad y un buen coctel de camarones.

Desde hace unos 4 años es comentarista de gastronomía y escribe en un diario de amplia circulación, sus apetecidas columnas, llenas de ingredientes picantes, con la pimienta de los buenos párrafos, la medida mesurada en los párrafos y con postres de consejos culinarios.

En Seratta, en Bogotá, degustando sabores asiánticos.

–¿Hacia dónde vislumbra que va la comida rápida?

–La comida rápida va muy bien porque ahora profesionales de la cocina, cocineros con formación, la están preparando y lo hacen con toques de originalidad. Incluso, cada vez es mejor presentada, con mejores productos y consigue equilibrio.

–¿Cuál fue el plato del 2022?

–El taco, por lo menos en Colombia. Las taquerías son tendencia. Y bienvenido. 

–¿Qué exigen los comensales a la nueva gastronomía colombiana?

–El restaurante tiene una cocina en manos de un buen cocinero. Un chef original. Propuestas de autor. En el 2022 hubo muchas aperturas de lugares de alta inversión en sala. Espero que esto sea al revés.

–¿Qué consejo da a la hora de buscar un restaurante?

–Siempre apuesto por la comida. Que sea única y rica. Luego, lo otro. El servicio lo dejo de último. Eso puedes mejorarlo, la comida no. Ir a buscarlo no importa en qué lugar esté ubicado.

–¿Se acaba el protocolo en las comidas?

–Ahora es muy usado ir con un grupo de amigos, pedir varios platos y probarlos todos. Antes, eso no era bien visto. A mí me encanta esa nueva manera de comer en un restaurante. Además de comer, hay una cierta complicidad, alegría.

–¿La comida es hoy en día una mezcla de todas las naciones?

–No.  Creo que cada vez los sabores de cada país se aferran a sus raíces y cultura. Lo que hay es más aperturas de lugares con esas propuestas del mundo. Mientras más local, más universal.

–¿Su plato típico preferido?

–Un desayuno con ajonjolí, yuca, suero, chicharrones, cabeza de gato y mucho tinto.

–Feliz Navidad y venturoso 2023

–Gracias, lo mismo.

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