Entre onduladas dunas de arena de belleza inhóspita y emergida del mismísimo desierto de Catar, se alza la seductora ciudad de Doha. Esta perla urbana asiática ofrece una fascinante combinación entre tradición y modernidad difícil de encontrar en otro lugar del mundo, por lo que hoy queremos animar a todo viajero que se precie a conocer este interesante destino donde el diseño futurista de sus edificios contrasta con las antiguas creencias de sus gentes.

Acariciada por las aguas turquesas del Golfo Pérsico, la capital de Catar se presenta como un lugar de ensueño, una metrópoli donde el lujo moderno se entrelaza con la rica herencia cultural de Oriente Medio, prometiendo una experiencia de viaje única e inolvidable. Este paraíso catarí es, además, muy recomendado para aquellos que buscan un viaje que les lleve lejos del inminente clima frío. De hecho, la mejor época para visitar Doha es de noviembre a marzo, cuando su temperatura suele ser una mínima de unos 14° grados y de máxima unos 30°, ideal para disfrutar de sus playas o vivir emocionantes aventuras en el desierto de una forma muy agradable.

Por otro lado, si viaja en diciembre, el día 18 se celebra en Doha el Día Nacional de Catar o Día del Fundador, que conmemora la unificación del país en 1878 y rinde homenaje a su identidad e historia. Esta fecha es una magnífica oportunidad para adentrarse en la esencia de Doha y poder ver desde espectaculares fuegos artificiales hasta desfiles con carrozas decoradas y bandas de música. Además, puede aprovechar para explorar los lugares más emblemáticos bajo la especial y mágica atmósfera de esta fiesta.

Desde la Gran Mezquita hasta su icónico Corniche

Empezaremos nuestro recorrido por sus lugares imperdibles en el que es uno de sus iconos más universales: la Mezquita del Imam Muhammad ibn Abd Al Wahhab. También conocida como la Gran Mezquita del Estado de Catar, su deslumbrante belleza tanto en su interior como en su exterior se plasma en líneas sencillas y puras y en elegantes arcos. Alberga tres bibliotecas, noventa y tres cúpulas y ofrece unas impresionantes vistas del horizonte de Doha; de hecho, le recomendamos tener preparada la cámara, desde aquí sacará algunas de las mejores fotografías de su viaje.

Tras visitar la famosa mezquita, le invitamos a relajarse caminando por el Corniche, con un impresionante paseo marítimo de más de siete kilómetros; aquí, gracias al buen clima propio de Doha en invierno, se pueden contemplar tranquilamente el amanecer y el mar durante incluso los meses invernales. También podrá disfrutar de una buena experiencia gastronómica en sus múltiples restaurantes y cafeterías, mientras que por la noche es el lugar perfecto para sumergirse en el bullicio propio de una ciudad tan moderna, cosmopolita y viva como Doha. Igual de recomendable es la visita al Mercado de Souq Waqif, cerca del mencionado paseo marítimo. Se trata de uno de los lugares más auténticos de Doha, con puestos callejeros que le permitirán desde probar las delicias locales o tomar un café o un té hasta comprar joyas, antigüedades y tejidos.

En el aspecto cultural, hay dos símbolos cataríes que no puede dejar de visitar. Nos referimos al Museo Nacional de Catar y al Museo de Arte Islámico. Este último destaca por estar construido en una isla artificial y por su soberbio diseño arquitectónico, obra del ganador del Premio Pritzker I. M. Pei. Cuenta, además de con un exuberante parque alrededor, con cuatro plantas de exposiciones permanentes y temporales y un restaurante de alta cocina, el IDAM. Como un añadido para que lo visite, debe saber que durante todo el año se celebran diferentes actividades, incluyendo actuaciones de la Orquesta Filarmónica de Catar.

Aventura entre dunas

Si quiere tener un recuerdo inolvidable de sus días en Doha, no deje de conocer el desierto a través de actividades que añadirán emoción, diversión y un toque de adrenalina a su viaje. Por ejemplo, dé un paseo a lomos de camellos para recorrer las dunas, es una forma excelente de sentir la magia de un medio tan único como el desierto. Aunque si lo prefiere, puede recorrer el desierto en vehículos 4×4 o divertirse haciendo sandboard, una actividad cada vez más popular para deslizarse por las dunas. En cualquiera de los casos, ¡la diversión está asegurada!

Por último, la playa de Khor Al Adaid, a solo 60 kilómetros de Doha y a la que se accede desde las propias dunas, es una visita obligada. El mar cristalino y las arenas siempre cambiantes hacen que las vistas sean inigualables. Por las mañanas, la playa se asemeja a un oasis a orillas de un lago, con el agua avanzando hacia el desierto para crear el conocido como «mar interior»; por las tardes, la marea desciende y la playa recupera su aspecto desértico, mientras las dunas se tiñen de mágicos tonos dorados al atardecer.

Sin duda, como habrá podido percibir a través de este artículo, Doha espera al viajero con su cálido abrazo y con la promesa de vivir momentos inolvidables. Desde su diseño urbano futurista y lujoso hasta el desierto que con sus arenas acarician su frontera, la capital de Catar es un sueño hecho realidad para todo aquel que busque experiencias únicas. ¡Anímese y descubra todo lo que esta ciudad tiene para ofrecerle!

Con información de www.elmundoalinstante.com

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