Por Guillermo Romero Salamanca
Cristina tiene un gran poder de observación. Ella lleva los rasgos primordiales que luego va a destacar a su mente y luego, con la paciencia y precisión de una cirujana de pintura, le permite a su mano que con delicadeza llegue a través del pincel y la pintura con una perfecta expresión.
“Mi obra –explica sencillamente– es el resultado del juego visual en el que intentó llevar al espectador a través de distintos recorridos visuales, sensaciones y sorpresas a descubrir, enlazar, configurar, inferir e incluso estructurar en la mente de quien las observa imágenes generadoras de nuevas ideas. Dando siempre de manera consciente o inconsciente un significado a cada una de mis piezas”.
Cristina Adelaida Mateus Moreno, Crisálida, nació en Bogotá. Está ligada al dibujo, al diseño y la cerámica desde muy pequeña.
En sus primeros años de vida su amor por el dibujo le llevó a participar en algunos concursos obteniendo a la edad de 5 años su primer Premio de dibujo en una cadena comercial de Luis Eduardo Yepes (LEY).
En la secundaria empieza a identificar el valor tan grande que tendrá el diseño en su vida convirtiéndose el rostro humano en el centro de ella, pues dedica gran parte de esta etapa a dibujar todos y cada uno de los rostros de familiares, amigos, docentes y conocidos utilizando como elemento básico el lápiz y el carboncillo y su memoria.
Mientras era estudiante de “diseño gráfico y Diseño Industrial” en La Fundación Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, realizó allí de manera simultánea, algunos estudios en cerámica y manejo de materiales varios, realizando en cada una de sus clases el rostro de todos sus maestros en tiza siendo estos tallados con un alfiler mientras se desarrolla la clase los cuales entrega a cada uno de los al finalizar la misma.
Después de terminar sus estudios universitarios se dedicó a la formación de su propia empresa de diseño, y al poco tiempo de manera simultánea se consagra a la docencia universitaria donde afianzó más destrezas y habilidades en el dibujo en el manejo de los softwares de diseño y teniendo una gran fascinación por el estudio del comportamiento humano y la teoría de la Gestalt, afición que surgió cuando inició la labor de docente.
La atracción que tiene por el rostro humano le llevó a profundizar más en esto y basándose en las enseñanzas de Andrew Loomis y sus teorías de dibujo de cabeza y manos, donde al poco tiempo, pues la condujo no solo a sentir gran admiración por las facciones humanas sino a entender que el rostro no solo nos identifica, sino que revela mucho acerca de nosotros, deducirá que allí se pueden reflejar emociones, pensamientos hasta la clase de vida que la persona lleva.
Cristina tiene una fuerza especial para presentar sus trabajos y calificarse como una de las grandes pintoras de Colombia en la actualidad.
Ha hecho exposiciones como: una mirada al rostro, Rostro Latinoamericano, Transforma al mundo en una comunidad solidaria, Identidad a través de los rostros, Rostros con identidad, Rostros que florecen, Diez x diez “Arte chiquito”, “CC. Identifícate con tu obra, Eco-Art Arte Vivo, “Que el Cáncer no te toque”.
De una gran agilidad y de una capacidad exclusiva.
Cristina prepara actualmente su aporte a la causa “Maestros Pintores por Ucrania”, iniciativa liderada por la motivadora cívica y humanística, Olga de Villegas. Junto a una veintena de pintoras y pintores aportarán sus obras a la causa ucraniana. Será el próximo 8 de junio en la Casa Museo Francisco de Paula Santander, en la localidad bogotana de Usaquén. Lo recaudado lo aportarán a las necesidades básicas de los ucranianos, desangrados por la tiranía rusa.
Será también una oportunidad para degustar sus obras, su calidad interpretativa y conversar con un ser de extraordinarias cualidades humanas y artísticas.
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