Hábitos de la gente altamente efectiva. – Adobe Stock

Estos principios nos brindan la seguridad para adaptarnos al cambio, la sabiduría y el poder para aprovechar las oportunidades que crea el cambio

A todos nos gusta sentirnos eficaces y eficientes, tanto en lo personal como en lo profesional. ¿Y qué diferencias hay entre una y otra? Según la Real Academia de la Lengua Española, eficacia se refiere a la «capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera», mientras que eficiencia es definida por este organismo como la «capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado».

Y todo amante de la lectura de autoayuda conoce el libro ‘Los siete hábitos de las personas altamente efectivas’, escrito por Stephen Covey. En este tomo de 500 páginas el autor presenta un enfoque holístico, integrado y centrado en principios para resolver problemas personales y profesionales. Con ideas penetrantes y anécdotas puntuales, Covey revela un camino, paso a paso, para vivir con equidad, integridad, servicio y dignidad humana: principios que nos brindan la seguridad para adaptarnos al cambio y la sabiduría y el poder para aprovechar las oportunidades que crea el cambio.

Lo bueno de estos hábitos, tal como dice la psicóloga Beatriz Gil Bóveda, especializada en liderazgo y desarrollo personal es que pueden aprenderse y después olvidarnos de ellos, y tampoco quiere decir que el aprendizaje sea rápido ni cómodo… «Supone un proceso y un compromiso muy grande», alerta la experta.

Veamos en qué consisten los siete hábitos de Stephen Covey:

  1. Sé proactivo. Además de tomar la iniciativa, hazte responsable de tu propia vida: de tus decisiones y elecciones.

Qué dice la psicóloga. «Propongo que centres tu energía en tu círculo de influencia, en lugar de tu círculo de preocupación. Este último tiene en cuenta todas las cosas que nos preocupan, aquello que nos quita el sueño, lo que no podemos controlar, pero sigue ocupando tiempo y esfuerzo en nuestra mente. El círculo de influencia se refiere a aquellas cosas sobre las que podemos hacer algo. Una persona proactiva y efectiva se centra en su círculo de influencia, es decir, en solucionar las cosas sobre las que de verdad puede actuar y no de preocuparse por las cosas que no puede controlar o solucionar. Ocúpate en lugar de preocuparte», explica Beatriz Gil Bóveda.

  1. Empieza con un fin en mente. Trabaja en tu visión teniendo muy claro tu objetivo. Esto te ayudará en cada paso que des para dirigirte hacia la dirección correcta.

Qué dice la psicóloga. «Empezar con un fin en mente significa conocer el destino. Saber a dónde vas y dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta. Podemos ser muy eficientes haciendo muchas cosas, pero solo seremos realmente efectivos cuando comencemos con el fin en mente y sepamos claramente lo que queremos», cuenta la experta.

  1. Establece primero lo primero. Para poder gestionarte necesitas la disciplina para poder priorizar las actividades del día a día. Es la disciplina de llevar a cabo lo importante y liberarte de la tiranía de lo urgente.

Qué dice la psicóloga. Según Beatriz Gil Bóveda, identificar los distintos roles en tu vida (trabajo, ocio, marido, hijos…) ayudará a no descuidar ninguno y mantener el equilibrio entre ellos. Es importante saber diferenciar también lo urgente, de lo importante: «A veces nos pasamos el tiempo atendiendo tareas urgentes, que realmente no son importantes y no nos hacen avanzar hacia nuestro objetivo».

  1. Piensa en ganar. Comprométete a crear escenarios ‘win-win’ donde cualquier solución o acuerdo satisfaga a ambas partes.

Qué dice la psicóloga. En la relación con los demás hay 4 opciones:

– Perder/Perder: no me importa perder siempre que tú también pierdas.

– Perder/Ganar: dejaré que tú ganes y yo pierda.

– Ganar/Perder: aunque yo gane, tu perderás a toda costa.

– Ganar/Ganar: ¿Podemos hacer algo para salir beneficiados mutuamente? «Si piensas en beneficio mutuo desarrollarás una mentalidad de abundancia, una mentalidad bi-ganadora. El todo es mayor que la suma de sus partes», aconseja la especialista.

  1. Procura primero comprender y después ser comprendido. Es la esencia del respeto a los demás, la necesidad que tenemos de ser atendidos es uno de los sentimientos más intensos de todos los seres humanos.

Qué dice la psicóloga. Escucha y conecta de verdad, intentando entender el punto de vista de los demás. «No todos tenemos el mismo mapa mental y los mismos paradigmas y solemos pensar que hay una verdad absoluta para todo y las discusiones suelen enfocarse a ver quien lleva la razón. Cada persona, por su educación, miedos o creencias, ve las cosas y actúa de forma distinta, a veces totalmente distinta», recomienda.

  1. Sinergiza. Cultiva la habilidad y la actitud de valorar la diversidad. La síntesis de ideas divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales.

Qué dice la psicóloga. «Sal a la calle, conoce gente, ten nuevas experiencias, amplía tu círculo de conocidos y amistades… De esta manera mejoras tu habilidad y tu actitud a la hora de valorar a otras personas, otros pensamientos, otros paradigmas. Sumar distintas buenas ideas produce siempre mejores ideas», propone.

  1. Afila la sierra. Renuévate física, mental y espiritualmente. Es lo que te permitirá establecer un equilibrio entre todas las dimensiones de tu ser, a fin de ser efectivo en los diferentes roles que desempeñas.

Qué dice la psicóloga. «Si un leñador no afila su sierra, no va a poder cortar árboles, o al menos no al mismo ritmo. Dedicar tiempo a recargar las pilas, pensar, reflexionar y analizar, es fundamental para seguir avanzando», concluye.

Aunque todas ellas en su conjunto garantizan un cambio importante, estas fórmulas se pueden llevar a cabo poco a poco de manera fragmentada y conforme se avanza en un hábito empezar con el siguiente.

Por: Melissa González . www.elmundoalinstante.com

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