Por Guillermo Romero Salamanca
“Supimos que había un virus mortal en China. Tuvimos una información somera, pero cada vez eran más graves los anuncios. Nos pusimos alertas. De pronto, Colombia ingresó al listado de países con muertos por la pandemia y a partir de ese momento, todo cambió en la industria de la seguridad”, cuenta ahora Gina Borda, directora de Gestión Humana de Andiseg, una empresa de seguridad con más de 4 mil colaboradores en todo el país.
“La primera instrucción, ese 1 de marzo del 2020– fue la de proteger a todos los empleados, luego, estar pendientes de las relaciones con las empresas, explicar cada uno de nuestros pasos y comenzar a solucionar problemas”, agrega.
No resultó tan sencilla la tarea cuando el tema empezaba con la estabilidad laboral de 4 mil familias, la seguridad de centenares de empresas y la protección de docenas de conjuntos residenciales, centros comerciales, bancos, entidades del estado, clínicas y hospitales, todo aquello que no paró o que lo hizo, pero había que cuidar su infraestructura, más las demás labores que adelanta la empresa en todo el país.
“Tuvimos amargas experiencias, porque perdimos colaboradores muy valiosos tanto para nosotros como para sus familias. Seres amigos que perdieron la batalla contra esta pandemia. A pesar de que desde el inicio se realizaron inversiones altas como la adquisición de elementos de protección, fueron contagiados de una u otra forma, por lo general, por fuera de su desempeño, pero hemos evidenciado que esta enfermedad no discrimina. Han sido momentos dolorosos. No solo por nuestros colaboradores, sino por sus familiares. Son pérdidas irreparables”.
La pandemia nos obligó a cambiar y a buscar soluciones. Muchos procesos se hicieron en tiempo récord y sin con planeación sobre la marcha por la premura del tiempo y la presión de cumplir a cabalidad con nuestros clientes; no obstante logramos con la inversión, coordinación y el trabajo en equipo, la implementación de plataformas tecnológicas para capacitar a nuestros más de 4.000 colaboradores a nivel nacional, virtualizar nuestro proceso de selección y generamos canales de atención a nuestro personal donde existe una persona exclusiva para atender estos requerimientos de manera inmediata logrando más cercanía con nuestro «cliente interno”, agregó Gina Borda.
CUANDO LA PANDEMIA TOCÓ LAS PUERTAS
“Algunas de las medidas que se implementaron para sobrellevar esta situación tan inesperada fue capacitar y desarrollar en todas y cada una de las áreas líderes de las diferentes empresas. En estos grupos no sólo hay guardas, supervisores, jefes, gerentes, : hay hijos, esposos, padres, abuelos, hermanos, nietos, amigos. Todos atravesamos un momento sin precedentes en nuestras vidas, y luchamos con el miedo, la ansiedad y la incertidumbre por nosotros y nuestras familias”, explica Miguel Ángel Díaz, Gerente General de ANDISEG y presidente de Confevip, el gremio que congrega a las empresas de seguridad y vigilancia privada.
–¿Cómo no bajaron la guardia en la pandemia?
–Priorizando las medidas de prevención y control, proporcionado a nuestros colaboradores elementos necesarios para su cuidado personal: desde que comenzó la pandemia y tuvimos conocimiento de la facilidad de contagio, en Andiseg decidimos que debíamos cambiar la dotación y así fue como optamos por los trajes antifluidos, caretas, tapabocas gel antibacterial, tapetes desinfectantes y alcohol para todos los empleados que tuvieran contacto con el público y mantuvimos en trabajo virtual a aquellos cuyas tareas se podían ejecutar desde casa.
“Desde ese momento y hasta que consideremos que estamos por fuera de peligro, promovimos campañas permanentes de bioseguridad, reforzamos en ellos la cultura de las medidas sanitarias, dentro y fuera de sus puestos de trabajo, para que se sientan protegidos ante la presencia del virus.
Sabemos que es una situación con la que indiscutiblemente tendremos que vivir en esta nueva normalidad, no obstante, aunamos esfuerzos para que todos nuestros colaboradores estén vacunados, todas las semanas se generan campañas con las cuales informamos a través de nuestros canales de comunicación, las jornadas de vacunación, para lograr la meta de tener a todo nuestro personal, administrativo y operativo, completamente vacunados.
–¿Cuál fue el primer mensaje para los 4 mil empleados?
–Que todos a pesar de las circunstancias negativas del país iban a mantener sus empleos, era la forma de agradecer y dar soporte al empleado y sus familias, por tanto, como compañía enfatizamos en el máximo cuidado con los protocolos establecidos en ese momento por el gobierno.
–¿Cuál fue el reto con la responsabilidad de las empresas clientes?
–El mayor reto generar confianza, asegurarles que con las medidas que internamente estaba tomando la compañía podían confiar sus procesos en nosotros, mostrarles que somos una empresa humana, robusta con altos estándares de calidad y proyecciones de crecimiento asegurando el cumplimiento requerido, como gran muestra de ello estamos en proceso de construcción de una nueva sede que tendrá múltiples beneficios para nuestros empleados, proveedores y clientes los cuales próximamente estaremos promocionando por nuestras cuentas oficiales.
UNA ALIADA: LA TECNOLOGÍA
La tecnología tuvo una incidencia relevante en el sector de la seguridad privada, desde la vigilancia electrónica como la física.
Andiseg, por ejemplo, encontró tres soluciones de seguridad con tecnología, en esta pandemia: el escolta online, el guarda virtual, la plataforma Andicity y hoy, la IA (Inteligencia Artificial)
“El escolta es una versión de última generación que va a prestar seguridad en tiempo real en la última milla en el tema del sector logístico, con lo que podemos acompañar en tiempo real las mercancías, vehículos, contenedores y demás elementos para entregar al usuario. Esta herramienta la hemos ubicado como puntal de desarrollo en las zonas francas”, explicó Hernán De Jesús Católico, gerente de Control Interno de Andiseg.
“El guardia virtual que nos ha permitido tener cobertura en obras, infraestructuras, que consiste en una vigilancia remota que le muestra al usuario final qué está sucediendo en su empresa, fábrica, cultivo, todo en tiempo real, para ello contamos con cámaras, drones y el monitoreo. Y el “botón de pánico” es una aplicación en la que los usuarios pueden reportar atracos, hurtos, novedades, accidentes y tienen el apoyo y la asistencia de nuestra empresa con nuestros vigilantes y supervisores”, agregó.
La tecnología apoyó la tarea y gracias a ella, se adelantaron los procesos laborales como el Teletrabajo.
“Resultó fundamental. De una forma positiva entendiendo como compañía y equipo de trabajo que existía una nueva realidad, generamos un plan inmediato de verificación de perfiles identificando los cargos que podrían tener esta modalidad laboral y de esta manera asegurar la prestación efectiva de cada uno de los servicios por medio de controles y avances tecnológicos”.
LOS RETOS EN LA VIGILANCIA
La industria de la seguridad privada enfrenta una serie de tendencias que han alterado factores económicos, sociales y tecnológicos, para operar en medio de esta crisis mundial.
“Somos de los gremios –dice Miguel Ángel Díaz– que más implementaciones ha hecho, para garantizarles a nuestros clientes el cumplimiento de los servicios, adelantarnos a sus necesidades y al mismo tiempo velar por la seguridad de nuestros trabajadores.
“Como gremio nos propusimos el desafío de atraer, mantener y potenciar a nuestros colaboradores sobre el desarrollo de hábitos y competencias por medio de capacitaciones que se orienten al recurso humano, posicionando a la compañía como una organización generadora de recursos que permitan ejecutar las labores estando a la vanguardia en la identificación y enfrentamiento de las diferentes modalidades de riesgo”.
LA UNIVERSIDAD DEL VIGILANTE
Pero la pandemia también trajo un avance para el sector y fue la profesionalización de sus colaboradores.
“Entendimos que no había que parar la formación y por medio de las conferencias y de educación a distancia comenzamos con la “Universidad del Vigilante”, explica Miguel Ángel Díaz.
Con una intensidad de 940 horas, el convenio con ATS -academia con resolución aprobada por el Ministerio de Educación- les homologa la experiencia y con una malla curricular de 4 meses, logran un programa técnico que duraría normalmente 2 años y medio, el 30 % del programa es de manera presencial y el otro 70 % de manera virtual. Sin embargo, como el programa se extendió a todo el país, inclusive el Amazonas y la Guajira, para estas personas es 100 % virtual”, manifestó.
En “La Universidad del vigilante” se matricularon en igualdad de porcentajes, hombres y mujeres y el objetivo es que se vinculen más familiares y allegados de los guardas, que quieren pertenecer al sector.
“Nuestra proyección es que pronto tengamos otros 700 inscritos, teniendo en cuenta que por estar vinculados al sector reciben hasta un 70 % de descuento en algunos casos. Hay cobertura nacional con aliados estratégicos, flexibilización de horarios, las clases que reciben están a cargo de instructores idóneos. Hemos acondicionado las herramientas tecnológicas necesarias, para que puedan acceder a las clases sin dificultad, mejor dicho, no hay excusa para quienes desean capacitarse, estar a la orden de las necesidades que tienen hoy las empresas, además les entregamos un “Kit” que consta de implementos educativos, Código de Ética y Código de Policía”, agregó Miguel Ángel Díaz.
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