Por Guillermo Romero Salamanca

“Sabíamos que había un virus mortal en China. Teníamos una información somera, pero cada vez eran más graves los anuncios. Nos pusimos alertas. De pronto, Colombia ingresó al listado de países con muertos por la pandemia y a partir de ese momento, todo cambió en la industria de la seguridad”, cuenta ahora Gina Borda, directora de Gestión Humana de Andiseg, una empresa de seguridad con más de 4 mil colaboradores en todo el país.

“La primera instrucción de Miguel Ángel Díaz, presidente de la empresa, fue la de proteger a todos los empleados, luego, estar pendientes de las relaciones con las empresas y explicar cada uno de nuestros pasos y comenzar a solucionar problemas”, agrega.

No resultó tan sencilla la tarea cuando el tema empezaba con la estabilidad laboral de 4 mil familias, la seguridad de centenares de empresas y la protección de docenas de conjuntos residenciales, centros comerciales y otras labores que adelanta la empresa en todo el país.

“Hemos tenido amargas experiencias, porque hemos perdido colaboradores muy valiosos tanto para nosotros como para sus familias. Seres amigos que han perdido la batalla contra esta pandemia. A pesar de que desde el inicio se realizaron inversiones altas como la adquisición de elementos de protección, fueron contagiados de una u otra forma, por lo general, por fuera de su desempeño, pero hemos evidenciado que esta enfermedad no discrimina. Han sido momentos dolorosos. No solo por nuestros colaboradores, sino por sus familiares. Son pérdidas irreparables”.

Miguel Ángel Díaz, presidente de Andiseg.

La pandemia nos obligó a cambiar y a buscar soluciones. Muchos procesos se hicieron en tiempo récord y sin ninguna planeación, no obstante logramos con la inversión, coordinación y el trabajo en equipo, la implementación de plataformas tecnológicas para capacitar a nuestros más de 4.000 colaboradores a nivel nacional, virtualizar nuestro proceso de selección y generamos canales de atención a nuestro personal donde existe una persona exclusiva para atender estos requerimientos de manera inmediata logrando más cercanía con nuestro «cliente interno”, agrega Gina Borda.

–¿Qué hacer cuando los empleados se enferman?

–Algunas de las medidas que se han implementado para sobrellevar esta situación tan inesperada es capacitar y desarrollar en todas y cada una de las áreas líderes que sepan que, más allá de una empresa dirigen un grupo humano. En ese grupo no sólo hay guardias, jefes, gerentes: hay hijos, esposos, padres, abuelos, hermanos, nietos, amigos. Todos atravesamos un momento sin precedentes en nuestras vidas, y luchamos con el miedo, la ansiedad y la incertidumbre por nosotros y nuestras familias.

Por lo que se requiere de empatía, inteligencia emocional y cuidar a la gente, durante un tiempo incierto y quizá prolongado.

Por ejemplo, en pro de dar cumplimiento a nuestros servicios y no afectar a nuestros colaboradores se ha contratado personal disponible que cubra a los incapacitados y así amplía la oportunidad de empleo y cuidamos de nuestros trabajadores.

–¿Cómo no bajar la guardia en la pandemia?

–Priorizando las medidas de prevención y control, proporcionado a nuestros colaboradores elementos necesarios para su cuidado personal: desde que comenzó la pandemia y tuvimos conocimiento de la facilidad de contagio, en Andiseg decidimos que debíamos cambiar la dotación y así fue como optamos por los  trajes antifluidos, caretas, tapabocas gel antibacterial, tapetes desinfectantes y  alcohol para todos los empleados que tuvieran contacto con el público y mantuvimos en trabajo virtual a aquellos cuyas tareas se podían ejecutar desde casa.

Desde ese momento y hasta que consideremos que estamos por fuera de peligro, hemos promovido campañas permanentes de bioseguridad, hoy una de nuestras tareas es reforzar en ellos la cultura de las medidas sanitarias, dentro y fuera de sus puestos de trabajo, para que se sientan protegidos ante la presencia del virus.

Sabemos que es una situación con la que indiscutiblemente tendremos que vivir en esta nueva normalidad, no obstante, aunamos esfuerzos para que todos nuestros colaboradores estén vacunados, todas las semanas se generan campañas con las cuales informamos a través de nuestros canales de comunicación, las jornadas de vacunación, para lograr la meta de tener a todo nuestro personal, administrativo y operativo, completamente vacunados.

Esperamos que, en agosto, al menos el 95 % por ciento de los colaboradores esté vacunado.

–¿Cómo ha sido la transición a las nuevas tecnologías?

–La tecnología ha tenido una incidencia relevante en el sector de la seguridad privada, desde la vigilancia electrónica como la física.

Andiseg encontró tres soluciones de seguridad con tecnología, en esta pandemia: el escolta online, el guarda virtual y el Andicity.

“El escolta es una versión de última generación que va a prestar seguridad en tiempo real en la última milla en el tema del sector logístico, con lo que podemos acompañar en tiempo real las mercancías, vehículos, contenedores y demás elementos para entregar al usuario. Esta herramienta la hemos ubicado como puntal de desarrollo en las zonas francas”, explica Miguel Ángel Díaz.

“El guardia virtual que nos ha permitido tener cobertura en obras, infraestructuras, que consiste en una vigilancia remota que le muestra al usuario final qué está sucediendo en su empresa, fábrica, cultivo, todo en tiempo real, para ello contamos con cámaras, drones y el monitoreo.

Y el “botón de pánico” es una aplicación en la que los usuarios pueden reportar atracos, hurtos, novedades, accidentes y tienen el apoyo y la asistencia de nuestra empresa con nuestros vigilantes y supervisores.

La tecnología como nuevo frente de trabajo en seguridad.

–¿Desde Gestión Humana, como Andiseg enfrentó la pandemia?

–La industria de la seguridad privada enfrenta una serie de tendencias que han alterado factores económicos, sociales y tecnológicos, para operar en medio de esta crisis mundial.

Somos de los gremios que más implementaciones ha hecho, para garantizarles a nuestros clientes el cumplimiento de los servicios, adelantarnos a sus necesidades y al mismo tiempo velar por la seguridad de nuestros trabajadores.

En ANDISEG nos propusimos el desafío de atraer, mantener y potenciar a nuestros colaboradores sobre el desarrollo de hábitos y competencias por medio de capacitaciones que se orienten al recurso humano, posicionando a la compañía como una organización generadora de recursos que permitan ejecutar las labores estando a la vanguardia en la identificación y enfrentamiento de las diferentes modalidades de riesgo.

–¿Cuáles han sido los momentos más críticos?

–Cuando la compañía comenzó a tener los primeros reportes de contagio positivo. Somos una empresa familiar y conocemos y reconocemos el trabajo de nuestro personal, por tanto, la preocupación de ver algún colaborador con sintomatología o algún riesgo alto de enfermedad nos movía las fibras y emociones, en esos momentos era donde teníamos reuniones de seguimiento con la gerencia general y socios de la compañía y tuvimos aprobaciones hasta por 1.000 millones de pesos en nuevas e implementaciones que sin duda alguna iban a mejorar las condiciones de nuestro personal.

–¿Cómo se aceptó el tele trabajo?

–De forma positiva entendiendo como compañía y equipo de trabajo que existía una nueva realidad, generamos un plan inmediato de verificación de perfiles identificando los cargos que podrían tener esta modalidad laboral y de esta manera asegurar la prestación efectiva de cada uno de los servicios por medio de controles y avances tecnológicos, los cuales significaron para la empresa más de 500 millones de pesos en innovación en pro de evitar el máximo contacto en las instalaciones de la compañía.

–¿Cuál fue el primer mensaje para los 4 mil empleados?

–Que todos a pesar de las circunstancias negativas del país iban a mantener sus empleos, era la forma de agradecer y dar soporte al empleado y sus familias, por tanto, como compañía enfatizamos en el máximo cuidado con los protocolos establecidos en ese momento por el gobierno.

Gina Borda, directora de Gestión Humana de Andiseg.

–¿Cuál fue el reto con la responsabilidad de las empresas clientes?

–El mayor reto generar confianza, asegurarles que con las medidas que internamente estaba tomando la compañía podían confiar sus procesos en nosotros, mostrarles que somos una empresa humana, robusta con altos estándares de calidad  y proyecciones de crecimiento asegurando el cumplimiento requerido, como gran muestra de ello estamos en proceso de construcción de una nueva sede que tendrá múltiples beneficios para nuestros empleados, proveedores y clientes los cuales próximamente estaremos promocionando por nuestras cuentas oficiales.

–¿Qué viene ahora?

–Esta situación de pandemia originó que la presidencia determinó crear la Universidad del Vigilante, donde se brinde la oportunidad a todo el personal para ser capacitado en diferentes carreras técnicas relacionadas con el cargo que desempeñan. Contamos con becas para el 100% del personal donde la carrera va a quedar a un valor muy asequible para cualquier persona que no tenga dentro de sus gastos proyectada esta inversión. Se invirtió algo más de 1000 millones de pesos en la adquisición de una sede propia en la ciudad de Medellín para iniciar con esta universidad en el departamento de Antioquia, adicional a la inversión de asumir más del 60% del valor de cada semestre de los que asuman este reto de estudio.

Todo cambió. La pandemia transformó la industria. Las maneras de entregar información. La necesidad de estar al lado de la tecnología y de pensar más en los seres humanos.

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