El ejercicio físico es una herramienta poderosa en el manejo de los trastornos de salud mental.

Así lo confirma el estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine por investigadores de la Universidad del Sur de Australia. La revisión, que abarca casi 130 mil participantes, muestra que la actividad física es 1,5 veces más efectiva que el asesoramiento o los principales medicamentos en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y la angustia psicológica.

La investigación demuestra que las intervenciones de ejercicio que duraron hasta 12 semanas fueron las más efectivas para reducir los síntomas de salud mental. Esto destaca la rapidez con la que la actividad física puede generar un cambio en el estado de ánimo de las personas. Además, los mayores beneficios se observaron entre las personas con depresión, las mujeres embarazadas y en posparto, las personas sanas y las personas diagnosticadas con VIH o enfermedad renal.

Cómo la actividad física supera a los medicamentos en el manejo de la salud mental

La Organización Mundial de la Salud estima que una de cada ocho personas en todo el mundo vive con un trastorno mental. En Australia, se estima que una de cada cinco personas entre 16 y 85 años ha experimentado un trastorno mental en los últimos 12 meses. La mala salud mental tiene un costo económico importante en todo el mundo. Además, se espera que este costo aumente aún más en los próximos años. Por esta razón, los investigadores de la Universidad del Sur de Australia están instando a que se priorice la actividad física como tratamiento de primera elección en el manejo de los trastornos de salud mental.

El Dr. Ben Singh, investigador principal de UniSA, señala que aunque se sabe que la actividad física ayuda a mejorar la salud mental, no ha sido ampliamente adoptada como tratamiento de primera elección. La revisión muestra que las intervenciones de actividad física pueden reducir significativamente los síntomas de depresión y ansiedad en todas las poblaciones clínicas. Además, algunos grupos muestran signos de mejora aún mayores.

No se necesita mucho ejercicio para lograr un cambio positivo

La profesora Carol Maher, investigadora principal del estudio, destaca que este es el primer estudio que evalúa los efectos de todos los tipos de actividad física sobre la depresión, la ansiedad y la angustia psicológica en todas las poblaciones adultas. Según ella, examinar estos estudios en su conjunto es una forma efectiva para que los médicos comprendan fácilmente el conjunto de evidencia que respalda la actividad física en el manejo de los trastornos de salud mental.

Es importante destacar que el estudio muestra que no se necesita mucho ejercicio para lograr un cambio positivo en la salud mental. El ejercicio aeróbico como caminar, entrenamiento de resistencia, Pilates y yoga, entre otros tipos de actividad física, son igualmente beneficiosos. La intensidad del ejercicio también es un factor importante para considerar. Esto debido a que el ejercicio de mayor intensidad tuvo mayores mejoras para la depresión y la ansiedad.

En conclusión, la revisión realizada por los investigadores de la Universidad del Sur de Australia destaca la necesidad de que la actividad física para controlar la depresión y la ansiedad. La evidencia muestra que la actividad física puede reducir significativamente los síntomas de depresión y ansiedad en todas las poblaciones clínica. Incluso algunos grupos muestran signos de mejora aún mayores. Los médicos y profesionales de la salud deben considerar seriamente la actividad física como un tratamiento de primera elección en el manejo de los trastornos de salud mental.

Referencias:
Effectiveness of physical activity interventions for improving depression, anxiety and distress: an overview of systematic reviewshttp://dx.doi.org/10.1136/bjsports-2022-106195

Textos y fotos: www.elmundoalinstante.com

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