La ropa húmeda favorece el crecimiento de microbios patógenos. Los investigadores también han constatado que estos pueden sobrevivir meses en las prendas nuevas que circulan por los probadores

La bióloga María del Carmen Romero ha resaltado la importancia de lavar el vestido de baño a diario y de no permanecer mucho tiempo con él cuando ya está húmedo. Ambos consejos pueden reducir el riesgo de sufrir infecciones a causa del crecimiento de bacterias y hongos patógenos, muy favorecido por la humedad.

Dos de las infecciones más comunes en verano son la candidiasis, provocada por el hongo Candida albicans, y la cistitis, una infección urinaria causada por la bacteria Escherichia coli. Ambas se ven favorecidas por usar vestidos de baño húmedos durante tiempo prolongado. Y todo a pesar de que tanto el cloro de la piscina como el agua de mar tienen capacidad desinfectante.

Por ese motivo no es conveniente permanecer mucho tiempo con el vestido mojado», aunque hay personas más propensas a padecer este tipo de infecciones y también depende de su estado inmunológico».

También es recomendado no intercambiar toallas en la playa o la piscina y mantenerlas en un lugar seco y aireado. Es aconsejable lavar cada tres días las toallas compartidas por varios miembros de una misma familia.

Es conveniente lavar a la mayor temperatura posible la ropa de baño antes de estrenarla, debido a la posible presencia de microrganismos.

Microbios que viven en la ropa nueva

Un estudio realizado por Philip Tierno, microbiólogo en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York y autor de «La vida secreta de los gérmenes», en el que los investigadores detectaron la presencia de patógenos, como estafilococos y microrganismos de origen vaginal o fecal, en prendas de ropa no estrenadas y procedentes de varias tiendas. Entonces se sugirió que el origen de dichos microbios está en los probadores, donde la microbiota de la piel puede pasar a los tejidos.

De hecho, la investigación halló restos de microbios procedentes de las heces, la piel y las secreciones respiratorias, especialmente en zonas de la ropa próximas a las axilas y las nalgas. Por ejemplo, en una blusa los científicos encontraron microorganismos vaginales, levaduras y bacterias fecales.

Además, los investigadores constataron que los microorganismos pueden sobrevivir semanas o incluso meses en la ropa. Por eso también recomendaron lavar la ropa nueva antes de usarla, emplear ropa propia bajo la nueva en los probadores y lavarse las manos después de ir de compras.

Textos y fotos: elmundoalinstante.com

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