Por Álvaro Ayala

Hagan fuerza y hagan sus apuestas. Se aproxima un día histórico para la democracia colombiana. El lunes a las 8:30 de la mañana una jueza leerá el sentido del fallo por la investigación al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Arriésguense y en un papelito apunten si será absuelto o condenado. Las apuestas en las esquinas están 50/50. La adrenalina sube porque este 28 de julio será tenso. Nunca hemos vivido nada igual.

Quien se acogió a sentencia anticipada fue la vicepresidenta. Francia Márquez. La mujer más mediática del país desperdició la oportunidad de su vida. Del anonimato saltó al desprestigio. Se levanta, se toma la pastilla para la presión y queda desocupada. El helicóptero se lo quitaron las hermanitas Guerrero, nuevas abusadoras del poder. Dentro de un año cuando este par de avionas no tengan aeronaves oficiales a su disposición aterrizarán de jetas.

La doctora Francia vive más incómoda que cucaracha en gallinero sin Purina.  Se vendió y en pago la humillan y maltratan. Se le arrodilló al verdugo para conseguirle votos y ambos traicionaron al pueblo afro.  El Cauca se convirtió en otra Gaza y ella indolente.  Allá también la guerrilla lanza bombas cuando los niños van a la escuela o al comedor comunal. No ha leído la historia ni se la han contado. Los comunistas han matado más personas que los nazis. Hitler hubo uno. Stalin dejó muchos hijos. Reclaman paternidad:  Castro, Chávez, Maduro, Ortega, Kim Jong Un, Putin y otros carniceros. Petro pasó papeles para que lo aceptaran en ese club y presentó el primer test con el genocidio guajiro.

Otro infame es el excanciller Murillo quien anda haciendo campaña hablando mal de Petro. Se convirtió en otro Leyva. El régimen que hasta hace poco apoyó ahora si es perverso y racista. Descubrió que el Atrato moja. Dice que un negro tiene derecho a gobernar Colombia. Claro que tiene derecho. Pero como él, no.

Otro que cayó en esa pesca milagrosa fue el ministro de la igualdad, Carlos Rosero. Si exige respeto para el pueblo afro y le renuncia en directo al esclavista Petro, se hubiera convertido en el Luther King criollo. Le dieron el papayazo de ser otro florero de Llorente y no lo aprovechó. Aún está a tiempo porque se encuentra en la lista de los que Petro echará por X.

En el ministerio de relaciones exteriores los problemas empeoran. Dicen que si la canciller Rosa Yolanda tiene que viajar a EEUU, le toca irse por el hueco. El problema es que la devuelven de México porque los manitos son los más xenófobos del mundo. En México hay una campaña vulgar y violenta para expulsar a todos los extranjeros y nadie protesta, demanda, ni acude a denunciar ante los tribunales.

Como en la Colombia Humana de Petro los niños ya no mueren de hambre y todos van a la escuela, es probable que en el próximo consejo de ministros ordene expropiar Disney para traerlo a Melgar y convertirlo en paraíso universal de la felicidad infantil.

En el discurso del pasado domingo en la instalación del Congreso, el problema no fueron las mentiras del presidente.  Lo grave es que las dijo en sano juicio.

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