La radiación ultravioleta (UV) es una forma de radiación no ionizante emitida por el sol y fuentes artificiales. Si bien tiene algunos beneficios para las personas, incluida la formación de vitamina D, también tiene efectos deletéreos para la salud. De acuerdo con el Atlas de Radiación de Colombia realizado por el IDEAM, nuestro país debido a su posición geográfica es favorecida con una gran disponibilidad de recurso solar. Las zonas de mayor intensidad de radiación solar en el país se muestran en pequeños sectores del centro y norte de la Guajira, seguido por las Islas de San Andrés y Providencia, la región Caribe, Vichada, Arauca, Casanare, Meta, el norte, sur y oriente de Antioquia[1].
Si no se protege de manera adecuada, es probable que se generen afectaciones en la piel, por eso es importante tener en cuenta los tres principales tipos de rayos UV: ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB) y ultravioleta C (UVC). Los UVA aquellos que penetran más profundamente la piel y generan la mayoría de las patologías asociadas a su exposición ya que por condiciones medioambientales no son absorbidas por la capa de ozono. Además, el uso de algunos medicamentos (como la doxiciclina, rifampicina, etambutol, antineoplásicos) pueden afectar la función de la barrera natural de la piel, dando origen a quemaduras más fácilmente.
Los síntomas de una quemadura por el sol son: coloración rojiza de la piel, esta se vuelve altamente sensible al tacto y se siente caliente a la palpitación, dolor entre 6 y 48 horas después de la exposición al sol, aparición de ampollas horas o días después. Dentro de las reacciones graves se puede presentar: fiebre, escalofríos, náuseas o sarpullido.
Para el cuidado de estas quemaduras solares, Viviana Gómez Ortega, Jefe del Servicio de Quemados de la Fundación Santa Fe de Bogotá, recomienda:
- Tomar una ducha o baño con agua fría y colocar paños limpios, húmedos y fríos sobre la quemadura. Esto generará una interfaz acuosa y consecuentemente un efecto analgésico.
- No se deben usar productos que contengan benzocaína o lidocaína. Estos pueden causar alergias en algunas personas y empeorar la quemadura.
- Si se tiene una ampolla única menor a 2 cm, dejarla drenar espontáneamente y dejar expuesta.
- Si hay múltiples ampollas dolorosas mayores a 2 cm, acuda al centro de salud primario más cercano para que un profesional especializado se encargue de drenarlas y cubrirlas con vendajes estériles.
- Se debe aplicar crema humectante en la zona lesionada para aliviar las molestias.
- El uso de cremas con vitaminas C y E pueden ayudar a limitar el daño a las células de la piel.
- Los medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol, ayudan a aliviar el dolor de las quemaduras solares.
- No usar antibióticos de manera profiláctica y auto recetada.
- Beber abundante agua o sueros de hidratación oral.
Se debe consultar a un profesional cuando se presente:
- Sensación de desmayo o mareos.
- Pulso rápido o respiración rápida.
- Sed extrema, ausencia de producción de orina u ojos hundidos.
- Piel pálida, húmeda o fría.
- Náuseas, fiebre, escalofríos o sarpullido.
- Ampollas severas y dolorosas.
Para prevenir las quemaduras, es indispensable el uso del bloqueador solar. Antes de comprar protector solar, es importante comprender qué significa el factor de protección solar o FPS. El FPS es el número que se observa en el envase cuando elige sus productos de protección solar.
Refleja la cantidad de rayos ultravioleta dañinos que absorbe o se reflejan en la piel. Los UVA y UVB penetran en la piel de manera diferente. La calificación FPS solo se refiere a los rayos UVB. Un protector solar FPS 15 bloquea el 93% de la radiación UVB y FPS 30 bloquea el 97%. Después de eso, la diferencia en la protección es pequeña. FPS 50 bloquea el 98 % y FPS 100 evita que el 99 % de los rayos UVB lleguen a la piel.
Los expertos recomiendan que entre los grupos que mayor cuidado deben presentar están:
- Grupos etarios especiales; bebés, niños y personas de la tercera edad.
- Las personas con piel clara son más sensibles a sufrir quemaduras solares.
- Algunas condiciones médicas autoinmunes como el lupus, esclerodermia y psoriasis.
“El uso del bloqueador solar es indispensable, este se debe aplicar sobre la piel limpia y seca al menos 20 minutos antes de exponerse al sol y luego vuelva a aplicarlo cada 2 horas. Es posible que deba volver a aplicarlo con más frecuencia si está nadando, sudando o frotándose con una toalla para secarse, en estos casos la duración será tan solo de 40 y 60 minutos.
También es recomendable el uso de gorras, sombreros ya que estos pueden proteger el cuero cabelludo, sin embargo, su uso está limitado según el deseo de cada paciente. Asimismo, el uso de gafas de sol con protección UV está recomendado” Viviana Gómez Ortega, Jefe del Servicio de Quemados de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
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