Mauricio Salgado Castilla

@salgadomg

En el mundo moderno, son muchos los artefactos con los que los humanos establecemos una relación especial y llena de emociones. Un buen ejemplo de ello es un teléfono celular nuevo; para muchos, estos dispositivos ya son parte activa de su vida, al punto de que la vida sin ellos ya no se concibe.

Para otras personas, un poco mayores, son las películas y los autos los que ocupan este lugar especial. Luego, el agente secreto James Bond, con licencia para matar, el 007, une estos mundos emocionales. Repasamos algunos de los autos más emblemáticos que han aparecido en las veinticinco películas de 007 hasta ahora.

Una característica especial de los autos de Bond, que los hace únicos, son los «gadgets» y armas que solo le han ayudado a escapar de sus enemigos, sino han creado toda una expectativa por los nuevos inventos.

Cohetes, chorros de aceite, humo, puntillas, un submarino, una avioneta, resucitadores y hasta asientos eyectores están entre las genialidades de Q, el director de investigación y desarrollo del servicio secreto inglés, MI6, protagonizado por Desmond Llewelyn, quien en vida confesó que no era capaz de manejar el VHS de su televisor. Esto, a diferencia de sagas recientes como la de «Rápido y Furioso», donde la importancia está en motores con grandes potencias y las habilidades de los pilotos, pero los autos en sí no tienen ningún “gadget”.

Sin duda alguna, el más reconocido de los autos de James Bond es el Aston Martin DB5, gris, con matrículas giratorias y el botón rojo en la palanca de cambios para activar el asiento eyector del acompañante. Debutó en «Goldfinger» (1964) y volvió a aparecer en «Operación Trueno», «GoldenEye», «Casino Royale», «Skyfall», «Spectre» y «No Time to Die».

Sean Connery definió el estilo del personaje de la saga hasta que Daniel Craig personificó a 007 en el año 2006 en «Casino Royale». Todos los otros actores, como Roger Moore, Pierce Brosnan, Timothy Dalton, David Niven en una versión para televisión en 1954, y George Lazenby siguieron sus lineamientos.

Más difícil de recordar son los autos de la primera película, «Dr. No» (1962), donde el agente 007, interpretado por Sean Connery, condujo un Chevrolet Bel Air y un Sunbeam Alpine Series II, inglés, convertible, con un motor de 1600CC y 78 caballos de fuerza.

Curiosamente, en las novelas de Ian Fleming, Bond conducía un Bentley Blower, pero solo en la película «Desde Rusia con Amor» (1963) apareció un Bentley Mark IV.

Otros autos americanos incluyen un Mustang rojo que apareció en «Goldfinger» (1964), y un Hornet en la película «El hombre con el revólver de oro», conducidos por Sean Connery, mientras que el malvado Scaramanga, el del revólver de oro, tenía un AMC Matador Coupe, que se convertía en avioneta.

El Toyota 2000 GT, el único deportivo japonés en la saga Bond, hizo su debut en «You Only Live Twice» (1967). Para ese año, fue un vehículo de alto desempeño y su valor actual es de varios millones de dólares, solo superado por el propio Aston Martin DB5.

Otro auto que causó sensación fue el Lotus Esprit, que se transformaba en submarino en «La espía que me amó» (1977). Este deportivo inglés, de color blanco y líneas aerodinámicas, puede sumergirse en el agua y disparar torpedos, minas y misiles. Además, tenía un sistema de autodestrucción que lo hacía explotar si alguien intentaba abrirlo.

En la década de los 90, Bond cambió los autos británicos por los alemanes, y condujo varios modelos de BMW, como el Z3 en «GoldenEye» (1995), el 750iL, el más grande de todas las películas, que se puede manejar a control remoto, en «El mañana nunca muere» (1997) y el Z8 en «El mundo nunca es suficiente» (1999), que, para dolor de los fans, es partido por la mitad por un enemigo ruso con una sierra manejada desde un helicóptero.

Un Jaguar XKR hizo su aparición en «Die Another Day» (2002), protagonizada por Pierce Brosnan.

En las últimas películas, Bond ha vuelto a los Aston Martin, gracias al patrocinio de Ford, que posee la marca. Así, hemos visto el DBS en «Casino Royale» (2006) y «Quantum of Solace» (2008), el V12 Vanquish en «Muere otro día» (2002), el DB10 en «Spectre» (2015) y el Valhalla en «No Time to Die» (2021). Estos autos, de diseño moderno y prestaciones impresionantes, también tienen sus secretos, como un desfibrilador, un sistema de invisibilidad, un lanzallamas y un sistema de reconocimiento facial.

Un Audi A5 se vio en «Quantum of Solace» (2008), con Daniel Craig como 007.

Las películas de James Bond también se dejaron seducir por las SUV; un Range Rover Sport, con toda su sofisticación, apareció en «Skyfall» (2012). Bond, nuevamente interpretado por Daniel Craig, manejó este vehículo en una emocionante persecución.

Los autos evocan muchas emociones. Así se prefiera no poseer uno, es difícil resistirse a las persecuciones en la gran pantalla.

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